Piragüismo | Antía Jácome y Pablo Martínez

Una caravana, dos olímpicos y el Descenso del Sella: “Esto es único”

Antía Jácome y Pablo Martínez, que formarán C2 mixto, hablan con AS antes de la prueba. Medallistas mundiales, los dos se toman un año sabático para “recargar pilas”.

Antía Jácome y Pablo Martínez, en la foto de la derecha.
Albert Sancho
Nació en Alcanar (Tarragona) en 1998. Licenciado en Periodismo y Ciencia Política. En AS desde 2020, es redactor en Más Deporte. Con vocación polideportiva, ha cubierto presencialmente desde la Titan Desert a los Juegos Olímpicos de París. En 2023, fue premiado por su atención sobre la información paralímpica. En 2024, por la Federación de Remo.
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Pablo Martínez (27 años) ha competido en los escenarios más grandes del piragüismo. En los Juegos de Tokio, consiguió un diploma olímpico al lado de Cayetano García. En 2022, a bordo de su C2 500, se proclamaron campeones del mundo en Halifax (Canadá). También fueron bronce mundial en Duisburgo (Alemania) o plata en los Juegos Europeos de Cracovia (Polonia), en 2023. Pese a todo, nada se puede comparar con el Descenso Internacional del Sella, con la fiesta de Les Piragües. “Esto es único”, resume. “Lo que se vive en la salida es complicado de encontrar en Campeonatos del Mundo o hasta en Juegos Olímpicos. Toda la gente, el pregón, ese himno de Asturias que se canta y todo el mundo sale a correr, a echarse al agua... Hasta que no lo conoces de verdad, no te das cuenta del tamaño que tiene, de la magnitud del evento”, añade.

Y esta vez, por imposible que parezca, todo será aún más especial. Este sábado (a las 11:50, por Teledeporte), Martínez, que ya participó en la prueba asturiana durante su etapa de juvenil, tomará la salida en el Descenso del Sella al lado de Antía Jácome (25 años), una de las grandes referencias del piragüismo español. La gallega, con tres diplomas olímpicos, uno en Tokio y dos en París, tiene cuatro medallas mundiales y seis europeas. Juntos, darán forma al único C2 mixto de la prueba. Además, son pareja sentimental. “Me hace muchísima ilusión. Además, bajarlo con Pablo... Estamos acostumbrados a hacer competiciones más serias. A ponernos en la línea de salida y estar supernerviosos. Ahora, también hay nervios, pero es totalmente distinto”, expresa Jácome, debutante en Les Piragües. “¡Nos habrán visto preinscritos y se habrán asustado!”, bromea Martínez sobre el hecho de que no haya más competencia en su categoría.

Una caravana, dos olímpicos y el Descenso del Sella: “Esto es único”
Pablo Martínez y Antía Jácome, en los días previos al Descenso del Sella 2025.

Pese a estar solos como C2 mixto, la participación en la 87ª edición del Descenso será de récord. En total, habrá 1.306 palistas (el año pasado, fueron 1.277) procedentes de 25 países. En Arriondas, tomarán la salida 902 embarcaciones, por las 891 del año pasado. No repetirán como pareja los dos nombres más emblemáticos de las últimas ediciones, los franceses Quentin Urban (estará en el K2 mixto) y Jeremy Candy, ganadores tres años seguidos del K2 masculino, por lo que Ribadesella coronará a nuevos referentes. Entre ellos, seguro, estarán Pablo y Antía, que no irán de paseo. “Tenemos el aliciente de que, con llegar a meta, tendremos una medalla del Sella, que es algo que se queda ahí para siempre, una que medalla que aún no teníamos, pero yo le tengo un poco de miedo al genio de Antía”, explica Martínez con gracia, en referencia a la gran competitividad de la plurimedallista mundial.

Un ‘reencuentro’ con el piragüismo

La experiencia de Pablo y Antía, además, será completa. Los piragüistas hablan con AS desde una caravana alquilada para la ocasión. Empezaron su aventura en los Campeonatos de España, celebrados en Pontevedra la semana pasada (los dos consiguieron medallas), y desde allí pusieron rumbo “viviendo de acampada” a Asturias, donde no han parado quietos. El miércoles, Jácome ejerció de pregonera en el Descenso del Mini Sella (en la prueba absoluta, lo hará Theresa Zabell), una experiencia “muy guay”. “A mí me encantan los niños, así que me gustó mucho. Además, lo sentí muy profesional. También entregué las medallas y me pareció un momento superbonito”, explica la gallega, que está en medio de un año sabático en cuanto a competiciones internacionales. En una temporada convencional, con los Mundiales a finales de este mismo mes, vivir algo así hubiera sido imposible.

“Mentalmente, estaba bastante cansada y no sentía que podía rendir al 100%, porque no estaba bien. El año me ha servido para recargar pilas. Aquí, al final, nos lo estamos pasando superbién, coincidimos con compañeros de toda España y eso es lo bonito del piragüismo, aunque ahora estemos un poquito más quemados. Esto me va a hacer coger mucha fuerza. Volveremos a tope”, reflexiona Jácome. Martínez, que se quedó fuera de los Juegos de París por 57 centésimas, también está en un año de transición. “Quería reencontrarme con esta parte del piragüismo. Esta temporada, me ha despertado la llama de nuevo. Ha costado, no voy a mentir. Hasta marzo, entrenaba sin saber qué quería. Ahora, sé que esto es lo que siempre he querido. No sé si será de cara a Los Juegos de Los Ángeles (en 2028), pero el piragüismo me acompañará siempre”, se suma. Un reencuentro con el piragüismo. La magia del Sella.

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