‘Un viaje con Renfe’: “No ha habido mejor deporte que el boxeo”
José Luis Garci, Alfredo Relaño y Jaime Ugarte se reúnen en el Museo del Ferrocarril para rememorar la época dorada del boxeo madrileño entre los años 20 y 70.
El boxeo es un deporte con historia en España, y así lo han querido hacer saber el director de cine José Luis Garci, el presidente de honor de Diario AS Alfredo Relaño y el periodista y comentarista especializado en este deporte, Jaime Ugarte, esta mañana en el Museo del Ferrocarril de Madrid. Los tres invitados hicieron un repaso por la época dorada del boxeo, rememorando la importancia que tuvo la capital en este deporte.
El boxeo ha ido evolucionando con los años, pero no ha perdido su esencia. “El boxeo no es un deporte de diseño”, recalca Ugarte. El noble arte movió masas en España entre los años 20 y 70. Los aficionados se desplazaban hasta el Campo del Gas, un recinto deportivo situado en el Paseo de las Acacias donde se celebraban los mejores combates de boxeo del país. El Madison Square Garden español. “Son recintos que tienen algo. Están todavía las voces de los aficionados. El boxeo tiene algo que supera a cualquier deporte. Cuando ves un Campeonato del Mundo de los pesos pesados, los momentos de antes, las últimas palabras... Tiene algo. Tiene algo que no va a perder jamás”, explica Garci, el ganador del primer Óscar español (en 1983 por ‘Volver a empezar’) y escritor del libro ‘Campo del Gas’, en el que rememora la historia. Y tiene razón. El nombre arte tiene esa pieza que atrapa a sus aficionados para siempre. “Yo he vivido esas noches que cuenta en su libro Garci y, era incomparable. Era un espectáculo”, recuerda Relaño.
El Campo del Gas se convirtió en la casa del boxeo madrileño después de que clausurarán el Campo de Las Delicias (donde actualmente se encuentra el Museo del Ferrocarril) en 1947, en pleno auge boxístico. “Es de los pocos deportes que no han cambiado. El fútbol está cambiando mucho, pero el boxeo sigue siendo el boxeo. Son dos hombres en el noble arte, que está tratando de subsistir en el tiempo”, asegura Garci. Muchos de los boxeadores venían de entornos humildes (igual que hoy en día), por lo que las veladas representaban los valores de los mismos deportistas. “La gente que asistía a esas veladas de la Ferroviaria, muchos no eran madrileños. Era gente que estaba viviendo de la posguerra. La forma de vestir, las frases que decía la gente... Eso formaba un ambiente increíble”, continúa.
La época dorada del boxeo coincide con la del cine, asegura Garci. “No ha habido mejor deporte que el boxeo, ha dado unas obras maestras increíbles”, piensa. Al público le encantaba y los medios informaban sobre ello. “La primera portada de AS fue Sombrita (Juan Albornoz)”, recuerda Relaño. España ha tenido campeones del mundo como José Legrá, Pedro Carrasco o José Durán. Hemos tenido tanto afición como deportistas que han estado al nivel. Pero, durante unos años, el boxeo fue “vetado”. “El director del País decidió que el boxeo era algo malo y que no debían informar. Yo hice crónicas de boxeo tan grandes como si fuesen de un Madrid-Barça. Decía que solo lo teníamos que tratar cuando pasase alguna tragedia. Pero hizo más daño que se retirase el AS, que era un periódico deportivo donde se había consolidado mucho”, rememora. Uno de los periodistas especializados más reconocidos era Fernando Vadillo.
A pesar de las prohibiciones, el boxeo aguantó. La afición del noble arte es fiel. A pesar de que, a día de hoy, no hay tanto seguimiento como lo había años atrás, la gente sigue acudiendo a veladas y viendo combates. “(Luis) Folledo llenó la Plaza de Toros con 22.000 personas”, recuerda Relaño. Ugarte considera que, uno de los problemas al que se ha tenido que enfrentar el pugilismo en los últimos años, es la televisión. “Urtain, Carrasco, Legara... han salido por televisión. Y no solo esos. Muhammad Ali, George Foreman... Eso genera un seguimiento increíble. A finales de los 70, el boxeo desapareció de la televisión española. Otro deporte habría tirado la toalla. Telecinco y Canal Plus dieron un gran empujón”, recalca. Otros países como Estados Unidos o el Reino Unido, en los que el boxeo es un deporte con mucha más afición (y sus púgiles pueden vivir del deporte), sí que han proporcionado esta continuidad. Pero España se mantiene con sus limitados medios. Los gimnasios están cada vez más llenos. “Al tener una base tan importante, una historia tan importante, es difícil que desaparezca. El boxeo es un deporte en el que tú te quedas prendado cuando un mexicano pelea con un kazajo. Hay 180 televisiones queriendo pagar por eso. En otros deportes no. Es muy difícil de partir”, finalizó.
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