Rafael Espinoza: boxeo de generación en generación
El mexicano hará la primera defensa de su título del peso pluma de la Organización Mundial de Boxeo (OMB) la madrugada del viernes al sábado ante su compatriota Sergio Chirino Sánchez en Las Vegas.
Rafael Espinoza (24-0-0, 20 KO) dio la gran sorpresa al arrebatarle el título del peso pluma de la Organización Mundial de Boxeo (OMB) al cubano Robeisy Ramírez (13-2-0, 8 KO). Para él, no fue una sorpresa, ya que confiaba plenamente. La madrugada del viernes al sábado, hará la primera defensa de su cinturón ante su compatriota Sergio Chirino Sánchez (22-1-0, 13 KO) en el Fontainebleau de Las Vegas, Estados Unidos.
“Nadie creía en mí. Yo decía: ‘Voy a ganar, voy a ganar’. Y pues, era obvio. Era un muchacho que no tuve carrera amateur y no tenía rivales de posición grande, entonces, no me conocían”, cuenta Espinoza a AS. El mexicano viajó hasta Estados Unidos, donde ya había competido dos veces, para medirse con Robeisy Ramírez, uno de los boxeadores internacionales favoritos por el OMB del peso pluma. El cubano cayó en su segunda defensa del título por decisión mayoritaria ante un Rafael que aprovechó su envergadura y castigó su cuerpo. “En mi interior, sabía que yo podía. Veía los vídeos y decía: ‘Yo voy a poder ganar y yo lo voy a ganar’. Creí en mí. Y yo desde que me subí a ese ring, yo dije. ‘De aquí no me bajo, si no me bajo con el cinturón’. Y así pasó”, recuerda.
El mexicano, que se lesionó la pierna durante el combate y ni aun así cedió, se emocionó y recibió el cinturón entre lágrimas. “Yo creo que fue uno de los momentos más felices de mi vida porque es el sueño de cuando uno empieza. Es el sueño de cuando te pones los primeros guantes. Quieres que te cuelguen el cinturón, quieres ser campeón y, lograrlo después de muchos años, fue una satisfacción muy grande”, expresa Espinoza.
El tapatío lleva el boxeo en la sangre, ya que, tanto su abuelo como su padre, eran fanáticos. “Mi papá no tuvo la oportunidad y a mi abuelo no lo dejaban. Él se salía a escondidas con sus guantes a boxear, a pelear. Pero, cuando llegaba, su papá se entraba que estaba peleando y le metía tres chingas”, rememora. Rafael heredó el gusto por el boxeo, lo lleva “en la sangre”. Las tres generaciones compartían un sueño que Espinoza pudo cumplir. “Para mi papá realmente fue un sueño, un sueño de los dos, porque también imagino que él hubiera querido hacerlo. Pero verme a mí que lo logré, pues fue lo más”, asegura el mexicano.
Espinoza siente que su abuelo sigue a su lado y que le ha acompañado en este camino de ensueño. “Mi abuelo falleció hace un año y medio más o menos, pero sé que hubiera estado conmigo, hubiera estado feliz. Perdió la memoria y, cuando empecé a boxear, él sí se dio cuenta y me platicó que él peleaba”, recuerda. Y su presencia se hizo más fuerte que nunca la noche que se proclamó campeón. Hubo una persona, que nadie sabía quién era, pero que vivió la victoria más que ninguno. “Esa persona entró a donde yo estaba vendándome antes de salir a pelear. Estuvo abajo del ring, estuvo celebrando, estuvo gritando. Yo creía que era alguien del equipo de mi empresa, pregunté y ellos creían que era un conocido mío. Y le preguntamos a alguien más, y a alguien más, y nadie nos ha dado respuesta”, cuenta el mexicano. En su corazón, la respuesta es simple. “Yo creo mucho en todas estas cosas. Y, no sé, hasta creo que mi abuelito pudo haber estado ahí conmigo ayudándome. Entonces, pues así lo quiero tomar”, confiesa.
Su primera defensa
Seis meses después de que se ciñese el cinturón, llega su primera defensa. “Me he preparado muy fuerte, es una pelea muy importante porque es mi primera defensa, entonces, estoy como si fuera el retador”, cuenta el tapatío. Durante la preparación, ha ido mejorando entreno tras entreno, afrontando el combate con ganas. “Nadie entrena como yo. Creo que es una de las cosas más importantes que siento que tengo. Es un trabajo duro, un trabajo muy fuerte. Tengo mucha condición, tiro muchos golpes. En mi pelea pasada demostré que tengo corazón y yo creo que eso es lo que me hace mejor”.
Espinoza expondrá el título ante su compatriota Sergio Chirino Sánchez. “Traté de mejorar al Rafa pasado, al que iba de retador, en esta preparación que hice, porque sé que todos quieren esto y tengo que defenderlo con más ganas todavía”, expresó el mexicano. Su rival solo ha perdido una vez, y fue en 2018 ante Mauricio Lara (26-3-2, 19 KO), que fue campeón AMB del peso pluma unos años después. “Sabemos que todos tienen esas ganas de ser campeones y sé que va a venir a darlo todo, como un buen mexicano. Pero yo siempre digo y me lo digo ya a mí, que yo soy el mejor. Entonces, esta noche voy a ser yo el mejor”, sentenció Rafael.
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