Popovici se atraganta con el récord y pierde la medalla
El nadador rumano pasó seis décimas más rápido que en su mejor marca en el 150m, pero después acabó asfixiado en cuarta posición en la final de los 200 de los Mundiales de Fukuoka.
El gran día de David Popovici en los Mundiales de Natación de Fukuoka se convirtió finalmente en una pesadilla. El nadador rumano se quedó sin el imposible récord de Paul Biedermann en los 200 libre, logrado con bañador de poliuretano en 2009, y sin podio, porque acabó desfondado y con un último parcial de 50 en el que le adelantaron el inglés Matthew Richards (1:44.30), que fue oro, su compatriota Tom Dean (1:44.32) y el surcoreano Sunwoo Hwang (1:44.42). Popovici tocó cuarto con 1:44.90, una marca 20 centésimas peor que la que logró en semifinales.
Por la calle 4, el reto del rumano era rebajar el 1:42.00 del alemán. Un récord imposible, pues apenas hay tres nadadores que han bajado de 1:43, un tal Michel Phelps y el propio Popovici, cuya mejor marca era el 1:42.97 del Europeo de Roma del pasado agosto. Como referencia, en esa carrera de hace un año Popovici marcó 1:16.96 por el paso del 150, mientras que ahora en Fukuoka ha registrado 1:16.78, dos décimas por debajo. Ese intento de buscar el récord, sin quizás el estado de forma idóneo, le hizo perder gas en la vuelta, donde Popovici registró el peor parcial de los finalistas. Un nadador capaz de volver en 26.01, como hizo en 2022, registró ahora 28.12, el resto estuvieron entre 26 y 27 segundos.
Los 200 libre son una carrera táctica, donde un exceso de velocidad se paga caro al final, como le ha ocurrido a un Popovici que este año no ha alcanzado las marcas en la especialidad del año anterior. Al nadador rumano todavía le quedan los 100 libre, prueba en la que es plusmarquista mundial y vigente campeón del mundo, donde sí podría asaltar de nuevo el récord y el oro teniendo en cuenta las menores prestaciones y dificultad que entraña.