Perrone desatasca a España

Tuvo que masticar tierra (o tragar agua) España, igual que le había ocurrido en los últimos Mundiales, para superar a una Francia dura, tosca, áspera que no dejó respirar a los de David Martín hasta el golazo final de Felipe Perrone, en el tercer y definitivo partido de la fase de grupos del Europeo masculino, que permite a la Selección saltarse los ‘crossovers’ y acceder directamente a los cuartos de final, con tres días de descanso hasta el viernes. Encima, lo hará como primera de grupo, lo que suaviza algo los cruces. Lo que sí deberá afinar el combinado estatal, que temía jugar demasiado en inferioridad, son precisamente sus ataques en superioridad, que apenas rentabilizó.

Era de prever pese a las diferencias históricas entre selecciones, por la progresión de los franceses en su año olímpico y los aprietos en que ya pusieron a los españoles en Fukuoka (7-6), pero aun así costó horrores digerir el encuentro. Ya a las primeras de cambio tuvo que emplearse ante Alexandre Bouet, en un penalti, un Edu Lorrio que regresaba en una gran cita a la portería estatal precisamente tras ser protagonista en aquella pena máxima que dio el bronce mundialista. No fue el meta la única novedad de un combinado que descartó inesperadamente para este choque a Bernat Sanahuja y Blai Mallarach.

Estableció Roger Tahull el 1-0 emergiendo desde la posición de boya, aunque la tónica fue otra muy distinta, con una Francia muy abierta y obligando a España a todo lo contrario, a cerrarse demasiado y a perder su habitual fluidez en ataque. Así llegaron los dos goles seguidos de los galos, de Ugo Crousillat y Pierre-Frederic Vanpeperstraete. Más largo que su apellido se le estaba haciendo el partido a la Selección hasta que Álvaro Granados buscó y halló desde lejos lo que no se podía conseguir en el juego interior: los goles.

Marcó el ‘killer’ español de esa manera el 2-2, volvió a golpear tras el 2-3 de Bouet y puso la ventaja de 5-3, en el inicio del tercer cuarto, después de que Alberto Munarriz anotara justo antes del descanso. Y al fin se reencontró España consigo misma en un contraataque marca de la casa con el que Perrone estableció el 6-3. Aun así, siguió el equipo sin aprovechar una sola de sus superioridades, lo que permitió a Enzo Khasz quebrar el parcial de 4-0. A la décima acción con un jugador de más, ya al final del tercer cuarto, al fin llegó el gol de España, el 7-4 de Tahull a pase de Perrone.

De tanto desperdiciar superioridades, Francia se supo dentro del partido. Dio esperanzas Crousillat con el 7-5 y se situó a un gol del empate el veterano Michael Bodegas, ex del CN Atlètic-Barceloneta, quien a dos minutos y medio para el final sufrió su tercera y definitiva expulsión, contrarrestada en la jugada siguiente por la de Granados. Tocaba sufrir de lo lindo, hasta que a 1:10 para el desenlace sacó todo su temple el mejor jugador del mundo, Perrone, con una vaselina desde muy lejos para sentenciar. Y aún le dio tiempo para materializar el 9-6.

Con siete puntos en la primera fase, fruto de esta victoria, la cosechada ante Montenegro (14-12) y la derrota por penaltis frente a Croacia (12-14), España se salta un duelo de octavos que le hubiera obligado a jugar este miércoles y podrá viajar tranquilamente de Dubrovnik a Zagreb, donde se desarrollará lo que resta de torneo, para afrontar el viernes su partido de cuartos de final. Pero es que, además, gracias a la derrota por los penaltis de la anfitriona ante sus vecinos montenegrinos (13-15), los de David Martín acaban primeros de grupo, por lo que evitan en cuartos a Grecia y tienen como posibles rivales a Georgia, Rumanía, Países Bajos y Eslovaquia; de estos tres últimos quedará un solo aspirante este martes.

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