O’Malley pide a Topuria y un ‘jet a España’

Sean O’Malley sigue siendo campeón. El estadounidense retuvo su cinturón del peso gallo en su primera defensa al imponerse por decisión unánime (50-45, 50-45 y 50-44) a Marlon Chito Vera. Planteó un combate muy inteligente, en el que fue puntuando al llegar con las manos más claras y controló el ritmo y la distancia. Consiguió su venganza ante el ecuatoriano, el único peleador que le había ganado, y volvió a reclamar a Ilia Topuria. “¡Dana! Ponme un jet a España, voy a por Ilia Topuria. Quiero a Ilia. ¡Dadme a Ilia! Él es el tipo que más miedo da. Si queréis que noquee a Merab lo haré, pero la gente quiere la pelea con Topuria”, pidió después del triunfo.

La superioridad de O’Malley fue evidente desde el inicio del combate. El estadounidense planteó un combate muy inteligente. Marcó el ritmo y la distancia, cambiando de guardia y controlando la pelea. Con un gran striking, metía más volumen de trabajo y de golpes, centrándose en conectar patadas en el cuerpo del ecuatoriano. El duro trabajo al torso fue haciendo mella en el aspirante, que, en el segundo asalto, clavó la rodilla en el suelo después de que Suga le cazase con una derecha. Intentó acortar distancias Chito, pero se encontraba con las manos del campeón cuando le perseguía. Siguió con el castigo Sean, que no entraba en intercambio.

A partir del tercer asalto, Vera salió más agresivo. O’Malley mantenía su estrategia, entraba y salía de la distancia, moviéndose por el octágono y llegando con manos más precisas mientras cambiaba de guardia. De esta forma, no impactaban los ataques del ecuatoriano. En el siguiente round, Chito se lanzó a intentar noquear a Suga, consciente de que iba detrás en las cartulinas. Conectó una derecha contra la reja y el estadounidense sintió el golpe, intercambiando algunas manos ante la dura presión de Vera. El campeón hizo retroceder a Marlon con un directo de derecha, le dejó tocado y con el rostro ensangrentado, con el ojo izquierdo casi cerrado. Controló la distancia hasta el último momento, cerrando el que, probablemente, haya sido el mejor combate de su carrera.

‘El Diamante’ no falla

Dustin Poirier volvió a demostrar por qué es uno de los peleadores más destacados de la UFC. Noqueó a un peligroso Benoit Saint Denis en el segundo asalto con un derechazo que le fulminó al francés. El estadounidense es el peleador con más finalizaciones, nueve en total, del peso ligero de la historia de la compañía después de acabar con El Dios de la Guerra.

Saint Denis salió a por todas, con una presión asfixiante y una intensidad arrolladora. Empezaron conectando low kicks y el francés rápido se lanzó a por el derribo. Poirier buscó la guillotina en varias ocasiones, algo que su esquina le dijo que dejase de hacer, pero Benoit supo salir y aprovechó para cogerle la espalda, ganando esa posición de privilegio. Intercambiaban manos en el centro del octágono y Saint Denis acortaba la distancia para conectar sus manos. En el segundo asalto, los golpes de El Diamante empezaron a llegar más claros. Conectó una derecha que dejó tocado al francés y, con otra más, lo fulminó.

Firmó así un espectacular triunfo en su trigésima pelea en la UFC. El excampeón interino es un veterano en la compañía, tiene 35 años, y quiere luchar por el cinturón. “He cogido esta pelea por honor al juego. Quería recuperar la posición que perdí. Simplemente, soy el hombre”, declaró Dustin. Venía de caer por KO ante Justin Gaethje y ha recuperado sensaciones para ir a por el monarca de la categoría, Islam Makhachev.