O’Callaghan tumba a Titmus y el récord de plástico de Pellegrini
La australiana de 19 años, con un último 50 brillante, destroza otra marca de 2009 y con bañador mágico en los 200 libre (1:52.85) y le gana el pulso a Titmus en Fukuoka.
A lágrima viva, con el único objetivo de “divertirse y vaciarse en la piscina” debido a una lesión poco tiempo antes de los Mundiales de Natación de Fukuoka, Mollie O’Callaghan, de 19 años, festejó ante una piscina entregada su victoria contra todo pronóstico en los 200 libre y su increíble récord del mundo, que borra a otra de las reinas de la natación durante las dos últimos décadas. Si el domingo fue Marchand el que eliminó el nombre de Michael Phelps de la tabla de los récords, este miércoles le ha tocado a la italiana Federica Pellegrini. Otro récord de 2009, con bañador mágico, que se entierra en el baúl del olvido.
O ‘Callaghan se coló en la pulso entre Ariarne Titmus y Summer McIntosh, quienes ya habían vivido una batalla junto a Katie Ledecky en los 400 libre, la carrera del siglo entre las tres mujeres más rápidas de la historia, cruce además de generaciones. Y, como si fuera un mano a mano, ambas empezaron comandando la prueba. La australiana, Titmus, la favorita, se empeñó no solo en ganar el oro sino en destrozar, por fin y después de muchos intentos, el récord de Pellegrini, pero en ese intento no calculó bien la gasolina final y su compatriota la superó.
Titmus pasó 62 centésimas por debajo del récord mundial en los 50 y 37 en el 100 (55.23). No frenó la campeona olímpica, que siguió manteniendo los parciales en busca de la plusmarca y pasó antes del último viraje cuatro décimas mejor que Pellegrini. Pero el último 50 se le hizo cuesta arriba. “En el último 50 fui a por todas”, dijo O’Callaghan, y eso la colocó primera con 1:52.85. La ganadora completó ese último tramo en 28.11 por 29.01 de Titmus, que no logró acabar fuerte y le costó el oro. Titmus fue plata con 1:53.01, a tres centésimas del récord de Pellegrini. No solo no logró el oro, sino que se quedó sin bajar esa marca que buscaba. El bronce se lo colgó la jovencísima McIntosh con un tiempo de 1:53.65, su mejor marca personal y récord del mundo júnior.
En Australia, de momento el mejor país en estos Mundiales, siguen floreciendo nadadoras descomunales que atrapan récords como moscas y se cuelgan medallas. La versatilidad de O’Callaghan la hacían también ser una de las favoritas en el 50 espalda, pero priorizó estos 200 libre que la han llevado a la tabla de los récords y la colocan entre las favoritas para los Juegos de París 2024.