“No somos robots”
Lourdes Mohedano, Ruth Beitia y Gemma Mengual hablan con AS de salud mental: “Hay que romper el estigma para no tener que lamentar más finales no deseados”.
Gemma Mengual, Ruth Beitia y Lourdes Mohedano. Tres rutilantes estrellas en sus respectivas disciplinas. Natación sincronizada, salto de altura y gimnasia rítmica. Tres especialidades muy diferentes pero con nexos muy comunes. Todas ellas se dieron cita antes del verano en el FID de Miraflores de la Sierra y AS aprovechó para hablar con ellas sobre salud mental y deporte de élite. “En ese tema sí que me considero una pionera porque en 2003 empecé a trabajar la psicología deportive y lo dije abiertamente. Entró a formar parte importante de mi equipo multidisciplinar. Es importante que se rompa el estigma de la salud mental, que no tengamos que lamentar más finales no deseados como el de Blanca Fernández-Ochoa donde. Hay que cambiar finales”, asegura Beitia, campeona olímpica en Río 2016 y bronce en Londres 2012, además de cinco medallas en Mundiales y nueve en Europeos.
“Todos los deportes son duros mentalmente, hay un esfuerzo de superación personal en el que o te autoayudas tú mismo para superar situaciones o miedos, o te ayudan. Ahora se le da mucha importancia a eso. El deporte no es solo rendir físicamente sino que la parte mental es fundamental. Si en ese aspecto no estás bien es un problema”, explica Mengual, doble plata en Pekín 2008 y con 19 medallas planetarias y 15 continentales. Y apostilla: “La ayuda es básica y en la actualidad se tiene más en cuenta porque hay muchos deportistas con enorme talento y que entrenan una barbaridad pero la cabeza no les acompaña o les falta ese plus de motivación o de saber enfocar situaciones difíciles. Con esa ayuda se mejora”.
Una idea que refuerza Mohedano, plata en Río 2016 y bicampeona del mundo: “Si el trabajo físico es clave, el mental es el más importante para el deporte. Al más alto nivel tienes mucha presión. Estás trabajando muchas horas, muchos días y muchos años para momentos concretos. En la gimnasia debes dejar todo ese trabajo en dos minutos y medio de ejercicio. A veces fallas, y no pasa nada. En el deporte o en la vida. Además el error te permite crecer. Los deportistas no somos robots. El camino nunca va a ser de rosas, hay que derribar muchos obstáculos y por eso se necesita ayuda de profesionales. El trabajo mental es clave para saber gestionar la frustración, gestionar miedos... Por ejemplo los nervios antes de la competición son buenos porque te mantienen alerta, pero hay que saber controlarlos”.