Ngannou, el excampeón de la UFC que llegó en patera a España
El excampeón de los pesos pesados de la UFC se enfrentará a Tyson Fury el sábado (19:00, DAZN) en su debut en el boxeo. Vivió una vida precaria hasta que llegó a París y destacó en las MMA.
Es muy común que las artes marciales mixtas y el boxeo crucen sus caminos. Este sábado (19:00, DAZN), en Arabia Saudí, habrá otro crossover entre las dos modalidades más famosas de los deportes de contacto. Tyson Fury, campeón del Consejo Mundial de Boxeo (CMB) de los pesos pesados, y Francis Ngannou, exmonarca de la división de la UFC, se enfrentarán en un combate de boxeo, sin título en juego, pero con todo el mundo pendiente a ellos. El camerunés, que llegó en patera a España cuando era más joven, ha luchado mucho para ganarse su puesto.
Francis Ngannou no lo tuvo fácil para llegar a la cima. El camerunés (34 años) tuvo que trabajar desde los 10 años, ya que su familia era muy humilde y necesitaban más ingresos en casa. Tuvo que vivir con diferentes familiares suyos después de la separación de sus padres y, desde que era muy joven, participó en peleas callejeras, al igual que su padre. El boxeo llamó su atención y, con 22 años y su ídolo Mike Tyson en mente (que ahora le está entrenando para el combate con Fury), se mudó a Douala, vendió su moto y se compró el equipamiento necesario.
“Mi padre era un hombre violento. A menudo nos pegaba a mi madre, a mis hermanos y a mí. Cuando bromeaba con mis amigos, la gente decía de mí: ‘Es violento como su padre’. Rápido me di cuenta de una cosa: que no quería volverme como él”, contó Ngannou a Infomigrants. Pero el diagnóstico de hepatitis B le hizo volver a su aldea con 25 años y dejar aparcado su sueño para criar cerdos. “Me di cuenta de que tenía que irme si quería seguir boxeando y ser campeón”, reveló el camerunés.
Pasó un año intentando llegar desde Camerún a Marruecos por carretera. Fueron unos meses difíciles en los que cruzaba fronteras de manera ilegal y buscaba “comida de la basura”. Cruzó el estrecho de Gibraltar en patera para llegar a España junto a otros africanos que, como él, ansiaban una vida mejor. “El alambre de las púas de Melilla, nunca lo olvidaré. Tengo citarices por todas partes. En las costillas, en las piernas, en los pies... Nos dijeron que no había remos y que teníamos que remar con las manos. Pensé: ‘La gente muere en el mar cuando tiene remos, y este tío quiere que rememos con las manos’”, rememoró Francis. Pero la odisea no terminó ahí. En España, fue retenido en el CIE, un Centro de Internamiento de Extranjeros. “Fue más estresante que aterrador. Fuimos a la cárcel cuando llegamos a España, pero, por primera vez, me sentí un poco relajado. Sabía que era un ciclo y que después sería libre. Fue muy duro”, reveló Ngannou. Después, logró llegar a París, Francia, donde sobrevivió gracias a la ayuda de una ONG.
En París se apuntó a un gimnasio de MMA y empezó su carrera en su nueva modalidad. Llegó a lo más alto al fichar por la UFC en 2015, donde se proclamó campeón de los pesos pesados al noquear a Stipe Miocic en una revancha en marzo de 2021. Hizo una defensa ante Ciryl Gane, en la que se impuso por decisión unánime, y abandonó el cinturón. “Sigo siendo la misma persona que era en Camerún. Gracias a mi orgullo, estoy aquí ahora”, aseguró.
Tras varios años en la mayor compañía de MMA del mundo, decidió abandonarla por no llegar a un acuerdo salarial. Tuvo varias charlas con Dana White, presidente de la UFC, para mejorar las condiciones, pero no hubo suerte. También pidió más dinero para sus compañeros. Muchos de los peleadores menos reconocidos, como fue el caso del campeón del peso mosca Alexander Pantoja, pasan dificultades para poder subsistir con sus sueldos. Ngannou, además, anunció hace algunos meses su fichaje por la Professional Fighters League (PFL), una compañía de MMA, donde hará su debut en 2024. Y el plato principal tendrá lugar este sábado, en Abu Dabi. Se enfrentará al campeón de los pesos pesados del CMB Tyson Fury en su debut en el boxeo. Cobrará más en este choque que en toda su carrera en la UFC, ya que hay una bolsa en juego de 60 millones de dólares aproximadamente. El camerunés ha conseguido cumplir todos sus sueños.
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