Mireia vuelve a la Tierra
La nadadora se estrena en el 2022 en este Europeo sin expectativas y solo tiene un objetivo en la mente: la clasificación para sus quintos Juegos Olímpicos.
La mejor nadadora española de todos los tiempos, Mireia Belmonte, se estrenará en este 2022 en una competición internacional este jueves en los Europeos de Roma que finalizarán el día 21. La badalonesa, acostumbrada a las medallas y los récords, convive ahora con otra realidad a sus 31 años (32 en octubre) y después de seis meses de parón después de los Juegos Olímpicos de Tokio, donde rozó su quinta medalla olímpica en los 400 estilos, al finalizar en cuarta posición.
Aunque no ha conseguido la mínima ni tampoco logró la clasificación con una victoria en el Nacional de Primavera, la dirección técnica ha hecho una excepción en la reglamentación para incluirla en esta competición. Ausente en el Mundial de Budapest, la badalonesa competirá en 200 y 400 estilos, 100 y 200 mariposa y 400 libre. El sábado iniciará su programa, del que ya se ha desprendido de las pruebas de fondo como los 800 y 1.500 libre.
Antes de viajar a Roma, en este mes de julio, Mireia tuvo un encuentro con el que es su nuevo entrenador, el británico Ben Titley, que ha aterrizado en el CAR de Sant Cugat después de triunfar en la natación canadiense: su grupo de entrenamiento en Toronto ha formado talentos como Penny Oleksiak, campeón olímpica en Río 2016, o Summer McIntosh, de 15 años y llamada a ser si mantiene su progresión una de las estrella de París 2024.
Ahora llega a España para crear un grupo de entrenamiento potente en Barcelona y Mireia formará parte de él. No obstante, la edad no perdona en natación y los objetivos de la campeona olímpica deberán variar con respecto a años anteriores: no se sube a un podio mundial desde 2017. Titley, colega de Fred Vergnoux, con quien mantiene una buena relación, conoce los méritos de la badalonesa y sus éxitos de la etapa anterior, aunque todo eso forma parte ya del pasado. La realidad de Mireia a día de hoy es rebajar las expectativas, disfrutar de la natación y conseguir lo que sería otro éxito más en su carrera: clasificarse para sus quintos Juegos, lo que igualaría a María Peláez.
En el café que se tomaron ambos en Sant Cugat no se pusieron límites a ninguna cuestión futura. Si Mireia consigue esa mínima olímpica y clasificarse para París en una forma óptima, es capaz de más cosas pese a la dificultad y el crecimiento de las pruebas en cuanto a marcas. Pasó algo parecido en Tokio. Sin llegar en el mejor momento, el corazón de Mireia la hizo quedarse a décimas del bronce. Todo ahora va a ser más difícil. La medalla será llegar a París. Luego, todo lo que se logre agrandará el palmarés insaciable de una nadadora de época.