Los nueve de Letonia: el skeleton define un equipo de récord
Este miércoles viajan a Riga, comandados por Ander Mirambell, los nuevos pilotos de skeleton que competirán en el Campeonato de España el día 27. “La evolución es un éxito”.
En los bajos de la calle Sepúlveda de Barcelona se reúnen nueve deportistas que sueñan algún día con ser como Ander Mirambell, su seleccionador, quien pasó de pionero de un deporte desconocido a ser abanderado en sus últimos Juegos Olímpicos de Invierno después de cuatro participaciones. Adrián Rodríguez, Clara Aznar, Ana Torres, Alberto Porras, Serena Juan, Agurtzane Castrillo, Daniel Basas, Javier Basas y Eloy Fernández forman un equipo que viaja este miércoles a Riga (Letonia) patra disputar el Campeonato de España y configurar los grupos de trabajo durante la temporada de skeleton.
“El proceso fue atípico. El grupo era de unos 40, pero después de las pruebas físicas nos quedamos solo con 11. En Calella hicimos una serie de pruebas mentales. Por ejemplo, el skeleton es un deporte en el que no puedes echarte atrás. Si ya te has lanzado por el circuito no puedes parar. ¿Cómo comprobar esa mentalidad? Hicimos puenting con los deportistas para ver si predisposición”, relata Mirambell, que repartió la ropa a los pilotos, incluidos algunos de los trajes que llevaba cuando competía: “Me he sacado la licencia, me volveré a lanzar”.
Entre los elegidos hay veteranos como Adrián Rodríguez, quien afronta su quinta temporada (”tiene que explotar”), o debutantes como la prometedora Clara Aznar, de 15 años, quien aspira a clasificarse para los Juegos Olímpicos de la Juventud de 2024. A medio camino está Ana Torres, que inicia su tercera campaña con el reto de los Juegos de 2026. “Hay que ir año a año y ser constantes, pero sí que veo un objetivo factible”. La historia de Torres, que estudia gestión aeronáutica y está opositando para ser controladora aérea, es similar a la del resto de sus compañeros.
Torres jugaba a hockey pero le cautivó el anunció de la Real Federación Española de Deportes de Hielo sobre nuevos pilotos de skeleton. No se lo pensó: “Fui cuatro días a Innsbruck. Me encantó desde la primera bajada, las sensaciones sobre todo, son distintas a todo lo que he vivido. Decidí que era mi deporte”. Esa es una de clas claves que señala Mirambell. “El 30% es la salida, pero luego tienes que saber pilotar y ser fuerte mentalmente”. Es es el fuerte de Torres: “No tuve miedo nunca, pero es cierto que hay una preparación psicológica, especialmente cuando te das un primer golpe. No te creará un trauma pero puede condicionarte luego para no arriesgar”.
Al margen de los veteranos y la prometedora Aznar, el resto del grupo empezará su camino en este deporte concentrado en pocos meses y por el que se recorre medio mundo. Mirambell señala las mejoras federativas y las ayudas que hay ahora en comparación con su época. “Cuando yo empecé no tenía ropa, me prestaron un traje de esquí; yo me pagaba todo, eran unos 14.000 euros al año, lo que tenía ahora para un coche. Ellos pagan poco. Tenemos fisioterapeutas, preparadores físicos, un mecánico... No tiene nada que ver. Es un éxito todo lo que se ha evolucionado”.
Que no haya pistas de skeleton en España es un hándicap al desarrollo del deporte. Pese a ello, Mirambell, que apoyaba la candidatura de los Juegos Olímpicos de Invierno momentáneamente truncada para 2030, tiene claro que si eso fragua “habrá un crecimiento de licencias”. Incluso, hay países en los que ya construyen pistas de skeleton con la ayuda de la federación internacional. “Una pista de skeleton vale menos de 15 millones de euros. La idea es construirla en distinta países. Se intenta que todo sea más sostenible”, declara. Por el momento, el skeleton sigue su evolución. Firme.