Los clase J prenden la mecha de la Ibiza Joy Sail
La falta de viento impidió la tentativa de récord entre Palma e Ibiza. El Svea, en el que navega el español Simbad Quiroga, es líder tras la disputa de la primera prueba en aguas pitiusas.
La Ibiza Joy Sail ya palpita en Marina Ibiza. La regata, que arrancó este miércoles y finalizará el sábado, lo hizo un tanto al ralentí por culpa de la falta del viento, pero ello no impidió ver, y disfrutar, del espectáculo preparado en tierra. Los 14 barcos en liza fueron llegando a los pantalanes y crearon un desfile muy vistoso porque aquí participan superyates que van desde los 80 a los 155 pies de eslora. El ‘problema’ fue que la tentativa de récord entre Palma e ibiza se quedó en nada porque no wind no race (sin viento no hay carrera). Los únicos que pudieron competir fueron los dos barcos de la clase J, Svea y Topaz, que se midieron en una especie de match race (barco contra barco). Ganó el Svea, tanto en tiempo real como compensado, en el que navega el español Simbad Quiroga.
El viento fue el protagonista, para mal, en el estreno de la Ibiza JoySail 2023. Los superyates, que hacían la travesía de Palma a Ibiza, no pudieron disputar la regata que ponía en juego el récord porque no se dieron las condiciones, con lo que tomaron rumbo directo a Ibiza para llegar a última hora de esta tarde y estar preparados para la segunda parte de la Ibiza JoySail en aguas de las pitiusas. Por ello, todo el protagonismo fue El Svea y el Topaz fueron los primeros en empezar a andar en la regata de grandes eslora que cierra la temporada mediterránea. Mientras que fue la clase J quien puso el espectáculo en Ibiza. El Topaz patroneado por Peter Holmberg y el Svea del armador y patrón Niklas Zenstrom se marcaron una regata de auténtico match race entre dos barcos que remontan su historia la Copa América de los años 30 del siglo pasado (se disputó desde 1930 al 1937). Se trata un barco pensado por el arquitecto estadounidense Nathanael Herreshoff en el año 1903, de 36 metros de eslora y con un desplazamiento de 170 toneladas.
Es la primera vez que los Clase J navegan en Ibiza en lo que es un preámbulo al Mundial de 2024 que esta clase disputará en Barcelona, como antesala precisamente de la 37ª Copa América. A las 13:20 el Comité de Regatas, presidido por Arianne Mainemare, dio la salida con una suave brisa de componente sureste de entre 5-6 nudos (11 km/h) de intensidad, lo que hizo que los barcos navegaran en los primeros compases igualados. El Topaz era el primero en cruzar la línea salida tomando así la delantera, amurado a babor buscó la derecha, mientras que el Svea se veía obligado a tomar el rumbo izquierdo del campo de regatas. Pero a medida que avanzaba la primera ceñida de una milla, el Svea, con Bouwe Bekking a la táctica tomaba la delantera, y a partir de ahí fue cogiendo ventaja hasta la misma llegada, con una empopada y un último tramo de ceñida ganando en tiempo real después de una hora, siete minutos y 57 segundos. El Topaz cruzó la meta en una hora, 10 minutos y 13 segundos. En total se navegaron cuatro millas (6,5 kilómetros).
El Sevea fue botado en enero de 2017. Es el Clase J más grande jamás construido y se hizo a partir de diseños originales elaborados por el arquitecto naval y constructor de barcos sueco, Tore Holm.
Para mañana jueves, a partir de las 12:00, toda la flota de Clase J y SuperYates ya disputará todas las pruebas frente a la costa de Ibiza y Formentera.