Lopes sentencia a los ‘Fighting Nerds’

“Viva la raza”, gritó Diego Lopes. Es brasileño, pero mexicano (el país que le acogió) de corazón. Era el representante de México en la Noche de UFC y trajo el triunfo a casa. Noqueó en el segundo asalto a Jean Silva, la última esperanza de los Fighting Nerds, el último invicto que les quedaba, con un brutal codo giratorio que terminó dejándole ensangrentado. “Si la UFC cree que necesito una pelea más antes del título, lo haré”, declaró el brasileño tras el triunfo, apuntando a una revancha con Alexander Volkanovski, actual monarca del peso pluma, con quien ya perdió en la contienda por el cinturón.

Ambos empezaron tanteándose, lanzando patadas. Silva clavó su planta del pie en el pecho de su compatriota, y se quedó con el centro de la jaula. Intentó una patada con giro, pero Lopes le atrapó y lo mandó a la lona, cogiéndole la espalda. Jean se dio la vuelta y quedó Diego en montada, clavándole codazos y puñetazos en el rostro. Se revolvía Silva, sin poder salir, intentándolo con todo, del castigo. Le bloqueaba los hombros e insistía Lopes, dándole una paliza brutal, ya cortado en la cabeza. Contra todo pronóstico, giró y salió Jean, volviendo la pelea arriba, con un Diego mucho más crecido y acertado en la corta distancia. Durante el minuto de descanso, Lopes alentaba al público, que le animaba como si fuese el local.

Silva salió aparentemente recuperado, sin lanzar mucho en los primeros compases, buscando el hueco. Cruzaron manos, a cara y cuerpo, a cada cual más brutal. Diego avanzaba, pero llegó un golpe al mentón y un rodillazo que sintió. Jean le dio la vuelta al asalto, conectando sin pasar. Un nuevo error del peleador que ladra volvió a poner al de corazón mexicano en su espalda, le levantó y mandó a la lona con un control lateral. Consiguió levantarse, evitando la situación del primer asalto, y llegaba con combinaciones muy potentes. Sorprendió Lopes con un codazo giratorio que cortó a Silva y en el suelo castigó hasta que el árbitro paró el encuentro.

A Silva no le pareció bien la parada y se levantó, con el rostro ensangrentado, para buscar a Lopes enfadado, llegando con una mano. Al brasileño no le importó y subió a celebrarlo, volviendo a alentar al público con su sobrero mexicano. Una vez con el árbitro, ambos se dieron la mano y todo quedó bien. “Quería enseñarle quien tiene el nivel aquí y lo he hecho parecer tan fácil... Es una pelea fácil para mí, dinero fácil”, sentenció Diego. Una noche feliz para México.

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