Lebrón y Galán y Alejandra Salazar y Gemma Triay disputan la undécima final
Las dos parejas que mandan en el ranking masculino y femenino no dan opcion en las semifinales de Estocolmo.
El Avicii Arena de Estocolmo ha dedicado la mañana del sábado a las parejas que comandan el ranking masculino y femenino, que en sus semifinales respectivas han sido demoledores, y así ambas se meten en las que serán sus undécimas finales del año: Galán y Lebrón llevan cinco títulos, y Gemma Triay y Alejandra Salazar, siete. Es decir, el Open de Suecia tendrá el domingo finalistas habituales.
Gemma y Alejandra ganaron 6-3 y 6-4 a Marta Ortega y Bea González, que en Cascais las había eliminado pronto. Es decir, en una semana han tenido ocasión de cumplir con la revancha que mascullaron en Portugal aunque les ha costando, sobre todo en el segunndo set, poque cuando dominaban 3-1 se han encontrado con el 4-4, como si Bea y Marta fuesen en ese momentos las más acertadas, y tenían el saque. Pues bien, zarpazo de Alejandra Salazar y 6-4. Su rivales este domingo serán...Ari Sánchez y Paula Josemaría, la novena final entre ambas parejas, algo inusual en el WPT. Las número dos del ranking tuvieron que pelear con Vero Vírseda y Barbara Las Heras, a las que derrotaron por un doble 6-4, con altibajos en las mangas.
En la semifinal masculina, Garrido y Campagnolo sufrían de entrada pero lograban su saque, y aunque sólo perdieron uno fue suficiente para Galán y Lebrón (6-3) que en la segunda manga aún dominaron de manera más cómoda, dejando para los pareja hispanobrasileña la posibilidad de conquistar puntos es espectaculares, pero nada más: 6-2.
Paquito Navarro y Martín Di Nenno, ahora obligados a remontar para ser los número dos de nuevo, al fin ganaron a Coello y Belasteguín, a la quinta y tras cuatro partidos sin hacerles ni un set. Pero alcanzan la final de manera rocambolesca: se lleva los dos primeros juegos (2-0) y encajan un 0-9 (2-6 y 0-3) sin hacer ni un punto en los tres juegos consecutivos de la segunda manga. A esas alturas Navarro estaba en la quinta dimensión de la contrariedad, y Di Nenno contenido para calmar a su compañero. Reaccionan y 6-4. Luego, en el tercer set, tiran por la borda de tres bolas de partido en el 5-4, pero recuperan el saque (6-5) y ahora sí, con otras tres bolas de partido consiguen el 7-5 definitivo. Era el ahora o nunca porque Di Nenno empezaba a estar renqueante por su problemas de calambres.