La Selección femenina de fútbol sala ya mira hacia el Mundial

Tres estrellas continentales luce la Selección Española de fútbol sala femenino en sus vitrinas y tres de sus artífices visitaron el pasado martes la redacción de AS con el trofeo de la Eurocopa que alzaron el pasado fin de semana en Debrecen. En la localidad húngara reconquistaron ante Ucrania su trono del Viejo Continente, el tercero consecutivo, para reivindicar un fútbol sala español que goza de buena salud. Luci (Poio Pescamar), Laura Córdoba (Futsi Navalcarnero) y una Peque (Burela) que fue nombrada ‘MVP’ del torneo acompañaron a la seleccionadora, Claudia Pons, en el encuentro para analizar el reciente éxito. “Portugal decía que ‘a la tercera iba la vencida’, y nosotras que ‘no hay dos sin tres’. Fue una semifinal muy exigente y cayó otra vez para nosotras. La final no fue fácil. Ucrania sabía que tendría una oportunidad e iba a ir a por ella. Si se ponían por delante se encierran, y si vas por detrás te puede dificultar. Era importante empezar marcando y lo hicimos a los 19 segundos”, explicó Pons sobre la inquebrantable mentalidad de su grupo y el desarrollo de los partidos.

El resultado de una fase de “trabajo a largo plazo” ha sido inmejorable, con un valor añadido a destacar: la mayoría de las jugadoras que se dedican al fútbol sala no viven de ello. Laura estudia fisioterapia, Luci ha aprobado unas oposiciones de gestión del Estado y Peque está cursando un máster de gestión deportiva. El día previo a la final, con las jugadoras estudiando en el hall del hotel, refleja a la perfección el mérito de la gesta. “Estamos cada vez más cerca, pero todavía lejos de la profesionalización. Hace unos años era impensable que todas las jugadoras percibieran un beneficio económico. Hoy, todas lo reciben. No es para vivir de ello, pero ayuda a compatibilizarlo con estudios o trabajo. Me consta que hay muchos clubes que están interesados en hacer convenios”, detalla Pons.

Ampliar

En lo deportivo asoman varios retos por delante. El primero de ellos, mantener el trono europeo que volverá a ponerse en juego en 2025 con motivo de una Eurocopa que pretende dar un paso más en su crecimiento. “Cambiaría un poco el formato. Habría una fase de clasificación, pero en lugar de una final a cuatro sería una final a ocho (equivalente a unos cuartos de final)”, confirmó la seleccionadora, que también habló del que sería el segundo gran desafío que este imparable equipo tiene por delante: “Cuando se confirmó que habría Mundial femenino no nos lo creíamos. Es un sueño que se hará realidad. Estamos deseando que llegue”. La FIFA todavía no se ha pronunciado respecto a la sede, formato y fecha de la competición, aunque se manejan dos escenarios: uno sería celebrarlo en 2024, al igual que el Mundial masculino, mientras que el otro emplazaría al torneo en 2026.

Hasta entonces nos conformaremos, y no es poco, con disfrutar de nuestras catorce campeonas en una Liga que progresa en repercusión. “Con más visibilidad llegarán más patrocinadores potentes, pero cuesta. Poco a poco se llegará a un acuerdo con las televisiones para que tengamos una franja en la que se emita, al menos, un partido de cada jornada”, aseguran. El espíritu de lucha, seña de identidad de esta estas jugadoras, seguirá intacto.