La nadadora transgénero Lia Thomas sienta al deporte en el TAS
La estadounidense solicita según ‘The Telegraph’ que se anulen las reglas de World Aquatics, que creó una nueva categoría, Open, al margen de masculina y femenina, lo que sentaría precedente.
Va para dos años que se produjo el seísmo. En marzo de 2022, en Atlanta, una nadadora transgénero de 22 años se hacía con la victoria en las 500 yardas libre femeninas de los campeonatos universitarios de la NCAA (National College Athletic Association). Y se propagó el debate para algunos, el escándalo para otros, y la reacción de World Aquatics, la federación internacional de natación, que tres meses después decidía crear una nueva categoría, Open, para dar cabida a personas ‘trans’. O lo que es lo mismo, que les impedía participar en pruebas masculinas o femeninas. El asunto vive ahora un nuevo capítulo que puede trascender a los deportes acuáticos.
Según informa The Telegraph, Thomas ha acudido al Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS) de Lausana, Suiza, para solicitar formalmente que se anulen las normas introducidas por World Aquatics. En concreto, se personó en la corte por primera vez el pasado septiembre, e incluso ha contratado a un bufete de abogados canadiense, Tyr, que se autodenomina experto en temáticas especialmente complicadas. Por su parte, la federación internacional alega que se desestime la demanda porque desde su punto de vista, antes de someterse a su regulación, Thomas habría vulnerado la de la asociación a la que pertenece, USA Swimming (cuya jurisdicción es aún más estricta), lo que la haría ineligible para competiciones globales.
El caso de Lia Thomas es pionero no solamente por tratarse de la primera nadadora transgénero en ganar una competición femenina, sino porque un fallo del TAS a su favor podría sentar un auténtico precedente en el resto de deportes. Thomas experimentó la pubertad masculina, y esa es la barrera que marcó World Aquatics para que no se pudiera participar en pruebas femeninas. La categoría Open se inauguró el pasado octubre, en la World Cup disputada en Berlín, pero nadie se apuntó.
No en vano, no compite desde aquel marzo de 2022. Y, aunque The Telegraph insinúa que el objetivo de esta solicitud de impugnación al TAS pasaría por un intento a la desesperada de participar en los Juegos Olímpicos de París, este próximo verano, se trata de un extremo prácticamente imposible. “Hace mucho que uno de mis objetivos es nadar en pruebas olímpicas y me encantaría poder llevarlo a cabo”, reconoció Thomas en el programa Good Morning America hace dos años. Ahora tiene 24. Un objetivo más realista, en función del devenir del TAS, sería Los Ángeles 2028.