La magia de España: “Mi juego tiene mucho de callejero”

En este Mundial de Uzbekistán, que se encuentra ya en su fase decisiva de eliminatorias, Juan José Camacho Pérez ‘Catela’ (Cádiz, 29 años) acapara muchas de las miradas. Se trata de un jugador espectacular, diferente, de los que trascienden cualquier táctica o estrategia. Su compañero Mellado lo definió bien: “Si es un mago, cómo no le vamos a buscar”. Por eso este miércoles, en los octavos de final del Mundial, en los que la Selección juega su primer partido a vida o muerte ante Venezuela (14:30, Teledeporte), se espera que el ala del Barça muestre otra vez su mejor versión.

FIFA, tras intentar promocionar con poco acierto este torneo en su inicio con un cartel en el que no aparecían jugadores de fútbol sala, sino de fútbol (Cristiano, Messi, Neymar...), para estos octavos rectificó y publicó otro con referentes de este deporte. Catela aparece en primer plano. Se trata de uno de los jugadores más vistosos del campeonato. Su estilo desenfadado engancha. “Creo que tengo mucho del juego callejero. De niño, en Cádiz, nos tiraban un balón en la calle y ahí estábamos jugando todo el día dos contra dos o siete contra siete... Llegué a Primera División tras apenas un año jugando a fútbol sala”, cuenta este gaditano del barrio de Loreto a AS.

Fue en las filas del Virgili, de donde tantos talentos han salido de la prolífica cantera gaditana, y con el Jerez 1993 llamó la atención cuando aquel equipo estuvo a punto de derrotar al Barça en la Copa juvenil. A partir de ahí Zaragoza, Santiago, Palma, Valdepeñas... y Barça, donde ahora es un referente. Pero su carrera tuvo altibajos. El más desconcertante, cuando fue fichado por el Dinamo Samara y no llegó a debutar por su desaparición, lo que cataloga como el “peor momento” de su trayectoria. También le ha perseguido cierta fama de no cuidar su físico. “Siempre estuve tranquilo porque intentaba dar mi mejor nivel. Ahora creo que estoy asentado en el mejor equipo del mundo, soy más veterano en todos los sentidos”, reflexiona.

Pero su estilo no ha cambiado, sin encorsetarse. “Bueno, creo que siempre me he caracterizado por eso, es mi fuerte. Aportar desborde y goles. Pero claro que trabajo la táctica. Es que si no, a este nivel, no juegas. Se habla mucho de que el fútbol sala es cada vez más táctico, más cerrado a la pizarra... Pues es que yo creo que pasa en todos los deportes. Es evolución lógica. Cada vez se entrena más todos los aspectos. Pero da igual que sea fútbol sala, fútbol 11... o pádel”.

Sin embargo, en su deporte no se escuchaba tanto la palabra magia referida a un jugador casi desde que Ricardinho abandonó la Liga. “Para mí ha sido el mejor, yo creo que casi de todos los tiempos, cualquier cosa que suene a comparación, será un halago tremendo”, dice Catela, consciente de que se encuentra ante una oportunidad de oro de añadir a su palmarés el trofeo más preciado de su deporte: “Un Mundial no se juega todos los días, lo único que pienso es cómo ayudar a mis compañeros y al equipo para conseguirlo. Aquí estamos los mejores de España, todos son jugadorazos”.

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