La leyenda de Nicholas Santos: oro mundial y adiós a los casi 43 años
El nadador brasileño consiguió la victoria en los 50 mariposa a solo tres centésimas del récord mundial y se adjudicó por cuarta vez el título en los Mundiales de Melbourne de piscina corta.
Desde hace ya un lustro, Nicholas Santos (Brasil, 1980) afronta cada temporada como la última. Se lanza a cualquier piscina del mundo pensando que puede ser su despedida pero, muy a menudo, rasca medalla y se anima a seguir una competición más. Y vuelve a subirse a un podio. Y sigue hasta estos Mundiales de Melbourne de piscina corta que arrancó el martes y que en la segunda jornada ya se ha proclamado campeón del mundo de los 50 mariposa otra vez, y ya van cuatro, a sus 42 años (43 en dos meses). Y el mundo de la natación se sigue echando las manos a la cabeza con la competitividad y el estado de su Benjamin Button.
Santos, que debutó en los Mundiales en Fukuoka 2001, al igual que Michael Phelps, se quedó a solo tres centésimas del récord mundial que él mismo posee con un tiempo de 21.78, récord de los Campeonatos. El brasileño, que logra su cuarto oro en esta prueba y su noveno desde 2012, dijo justo después de la victoria que “esta ha sido mi última carrera”. Una retirada a la grande para un nadador que se despide con 16 medallas mundiales. La plata se la colgó el suizo Noé Ponte (21.96) y el bronce fue para el también plusmarquista de la especialidad, el joven húngaro Szebasztian Szabo (21.98).
Antes del emotivo momento que protagonizó Santos, la australiana Lani Pallister abrió la jornada con otro triunfo en los 800. Ya se había impuesto la jornada anterior en el 400 libre, y de nuevo aprovechó la ausencia de las bajas como Katie Ledecky o Ariarne Titmus, ausentes. Sus 8:04.07 fueron suficientes. La plata fue para la neozelandesa Erika Fairweather, con 8:10.41, y el bronce para la japonesa Miyu Namba, de solo 20 años, con 8:12.98.
En los 100 espalda, el título fue también para la australiana Kaylee McKeown con 55.49, seguida muy de cerca por su compatriota Mollie O’Callaghan, con 55.62, y justo después tocó pared la estadounidense Claire Curzan. En la misma prueba masculina otro clásico se colgó el oro. El estadounidense Ryan Murphy estableció el récord de los Campeonatos (48.50), por delante del italiano Lorenzo Mora (49.04) y del australiano Isaac Alan Cooper (49.52). También tocó oro Estados Unidos en los 50 mariposa. Torri Huske registró una marca de 24,64, igual que la canadiense Margaret Macniel. No hubo plata y sí bronce, para la china Yufei Zhang, que marcó el récord asiático con 24.71.
Popovici, De Celis y dos récords mundiales
En las finales de relevos, se lograron, como en la jornada inaugural, dos récords mundiales. En el 4x200 libre femeninos, de nuevo Australia, sin Titmus, rebajó la plusmarca y se llevó el oro con un tiempo de 7:30.87. Le siguieron Canadá (7:34.47) y Estados Unidos (7:34.70). En el relevo mixto de 4x50 estilos fue Estados Unidos que se llevó el doble premio: oro y récord (1:35.15). Italia (1:36.01) y Canadá (1:36.93) fueron plata y bronce.
Otras grandes estrellas, como las bracistas Lilly King (EEUU) o Ruta Meylutite (Lituania), debutaron con el pase a la final de los 100. También David Popovici se coló en la final de los 100 libre en su estreno en unos Mundiales de piscina corta. El rumano, poseedor del récord de los 100 en piscina olímpica, batió la plusmarca del mundo júnior con un tiempo de 45.91, a un segundo del mundial absoluto (44.84). En esta misma prueba, Sergio de Celis, del CN Sabadell, logró meterse en las semifinales pero finalmente acabó el undécimo con 46.60, a ocho centésimas del récord español de Rafa Muñoz. Paula Otero, por su parte, compitió en la segunda de las series lentas del 800 libre femenino. Fue séptima con un tiempo de 8.37.61.