HOCKEY HIERBA | COPA DEL REY Y DE LA REINA
La Copa más olímpica
Carlos García Cuenca y Edu Aguilar, líderes juntos de las RedSticks, parten como favoritos por separado en la Copa del Rey y la Reina, al frente respectivamente de Polo y Club de Campo.
Hace apenas unos días, la semana pasada, pisaban juntos los aledaños de Yves du Manoir, el estadio todavía en obras donde se disputarán los Juegos Olímpicos. Y ahora desembarcan en Benalmádena, Málaga, por separado, al mando de los dos clubes que acumulan más Copas del Rey y de la Reina. Son Carlos García Cuenca y Edu Aguilar, seleccionadores desde octubre de las RedSticks y entrenadores, respectivamente, del Real Club de Polo masculino y del Club de Campo Villa de Madrid femenino. Es la temporada de sus vidas.
“No es sencillo, pero el club ha permitido esta posibilidad. La clave pasa por estar muy organizados y contar con un gran staff”, ensalza un García Cuenca atareado por su duplicidad de cargos. “Tenemos que cambiar rápidamente de chip, pero estamos acostumbrados a diferenciar. Yo antes estaba con la Selección masculina, y era más complejo aún”, comenta Aguilar, antes de afrontar la Copa de clubes. En la que ambos parten como favoritos aunque ninguno de sus equipos pudo conquistarla la temporada pasada.
“Estoy encantado con esa etiqueta de favorito”, se lanza el entrenador de un Club de Polo que cuenta con 31 Copas del Rey en sus vitrinas, a una distancia enorme del siguiente, el Egara, con 19. Y que se planta con 11 victorias, dos empates y ninguna derrota en la División de Honor.
“Mi lectura, y la hago con los jugadores, es que si nos dan como favoritos será porque nos consideran el mejor equipo y que, por tanto, estamos haciendo las cosas bien. Nosotros mismos no nos consideramos favoritos, pero es un halago que los demás lo hagan”, reflexiona un entrenador que este curso regresaba a un club con el que en su etapa anterior conquistó cinco Copas y llegó siempre, siete veces, a la final. “Para mí, es el torneo de clubes más difícil de ganar”, advierte.
Casi idéntico es el panorama de Aguilar, seis veces campeón de una Copa de la Reina que ha conseguido en 18 ocasiones el Club de Campo, seguido por las cinco del CD Terrassa y el Polo. Y también invicto en la Liga, con diez triunfos y tres empates. “Nuestro objetivo en todas las competiciones es llegar a la final y, una vez ahí, intentar ganarla. Eso todos los equipos lo saben”, reflexiona el técnico, deseoso de quitarse la espinita de la pasada campaña, cuando llegaron a todas las finales –Liga, Copa y Euroliga– sin conquistar ninguna por primera vez en sus nueve años al frente del equipo madrileño.
Tiene incluso un aliciente añadido Aguilar, cordobés de nacimiento. “Nunca hemos jugado una fase final en mi tierra y para mí es especial porque vendrá mi familia y amigos que nunca me han visto en competición en alto rendimiento. Al equipo le he transmitido lo importante que es, no sabemos cuál será la siguiente en Andalucía”.
García Cuenca y Aguilar habían coincidido “hace muchísimos años, pero nunca mano a mano”. La destitución como seleccionador femenino de Adrian Lock, en cuyo cuerpo técnico ya figuraban, les juntó, con la prueba de fuego de un Preolímpico que solventaron con maestría. “Tenemos un concepto de hockey parecido aunque a veces discrepamos, lo cual es bueno. Hasta ahora somos una buena dupla”, destaca Aguilar, quien obtuvo diplomas olímpicos como jugador en Atenas 2004 y como parte del staff de los RedSticks masculinos en Rio 2016 y Tokio 2020.
“El diploma es el primer objetivo que nos planteamos en París, llegando a cuartos. A partir de ahí ya soñaremos, buscando el máximo de este equipo”, asevera quien entrena tanto en su equipo como en la Selección a casi una decena de internacionales –Begoña García, Belén Iglesias, Blanca Pérez, Laura y Sara Barrios, María Tello o la capitana María López–, lo cual no da problemas a la hora de confeccionar la convocatoria: “Son jugadoras experimentadas. En el Preolímpico ya nos pasó, que de 12 jugadoras acabaron siendo nueve, pero lo sabemos diferenciar y por ahora no hemos tenido ningún problema”.
Explica García Cuenca que en esta última concentración con las RedSticks, en la que jugaron amistosos en los campos 2 y 3 del Yves du Manoir, que también serán sede olímpica y que “son unas instalaciones chulas, modernas y operativas”, controlaron las cargas a sabiendas de la importancia de la Copa. “Pero a partir de abril, cuando volvamos al trabajo, ya vamos a ser muy exigentes y todas las concentraciones serán a full. Estamos preparando unos Juegos, ni más ni menos”.