La campeona invisible
Andrea Miguélez, tras ganar y ser reclasificada a PTS5, se quedó sin su tercer Europeo. Cuenta su historia en AS. La Federación agotará los recursos posibles.
Como es habitual en ella, casi rutina, Andrea Miguélez cruzó la meta en primera posición. En los Europeos de Madrid, el pasado sábado, la paratriatleta local (Valdemoro, 2003) fue campeona continental... durante una hora. Entonces, cuando ya podía ir buscando hueco en su casa para colocar su tercer oro en el Viejo Contiente, llegó el drama. Después de terminar casi seis minutos por delante de la segunda clasificada, Marta Francés, recibía una noticia difícil de digerir: Andrea pasaba de ser ser oro en categoría PTS4 a 5ª en PTS5 (mínimo grado de discapacidad). “Fue un golpe muy duro. Corría en casa y la adrenalina me empujó a un nivel que no me esperaba”, recuerda en conversación con AS.
Los deportistas paralímpicos pasan exámenes cada cierto tiempo (cuando hay competiciones importantes cerca, como los Juegos, se intensifican) para determinar su categoría de competición según el grado de discapacidad. El sábado, antes de empezar su participación en los Europeos, Andrea pasó uno de estos controles. El resultado inicial fue el esperado: categoría PTS4 (discapacidades moderadas). Tras observar su rendimiento (el proceso también contempla una observación en competición para ratificar los resultados previos), sin embargo, fue reclasificada a PTS5. “Primero, salí contenta, porque me dijeron que ya no volvería a pasar una reclasificación hasta después de los Juegos, en 2025. A la hora del terminar, sin embargo, me llamaron para hablar con ellos y me enteré de lo ocurrido. Espero respuestas, pero sigo con las mismas noticias. Espero que cambie algo, pero ya estoy entrenando para lo nuevo que viene”, explica con voz apagada, pero con fuerzas para mirar hacia adelante pase lo que pase.
Andrea sufre una parastesia en la mano izquierda (no la siente) y, además, se le hinchan las piernas y tiene fuertes calores en los pies. Son sus síntomas actuales, aunque hay mucho por investigar en casos como el suyo. “Mi enfermedad es invisible, porque me ves y parece que no tenga nada. Soy joven y no me han hablado del futuro, hay que ir viendo qué pasa”, explica. Con seis años, fue operada de una malformación en el cerebelo, consecuencia de la enfermedad rara Arnold-Chiari. En una siesta, sus padres vieron que no respiraba bien: en repetidas ocasiones, inspiraba dos veces y se quedaba 12 segundos sin hacerlo. “Normalmente, tenemos cuatro o cinco apneas cuando dormimos, pero yo tenía unas 360, muchísimas”, recuerda. Tras pasar por quirófano, salió “como un bebé”: sin saber andar ni realizar ningún tipo de movimiento simple. Poco a poco, a través del baile y la natación, fue recuperando movilidad hasta su situación actual. No debutó como paratriatleta hasta 2021. Ahora, ya ha sido campeona del mundo en dos ocasiones.
Apoyo total de la Federación
En los Europeos, su categoría fue modificada por su rendimiento encima de la bicicleta (la tiene adaptada para controlarlo todo con la mano derecha), su segmento más flojo hasta ahora. Toda su familia es deportista. Por las tardes, entrenan conjuntamente. Ahora que Andrea ha terminado sus primeros estudios (auxiliar de enfermería, aunque empezará técnico de imagen en septiembre), todavía más. “No somos una familia que sale los domingos en bici para pasar el día. Salimos a entrenar. La más profesional soy yo, pero los cuatro nos lo tomamos muy en serio”, dice. Especialmente, su padre, que forma parte de la grupeta de Alberto Contador. Él es la persona detrás de su progreso sobre las dos ruedas. “Llevo desde los 10 años en ello y he mejorado mucho. Si me ves un vídeo de hace cuatro o cinco años, se me nota mucho más torpe. Este progreso, sin embargo, ha resultado ser un inconveniente ahora...”, lamenta.
El cambio de categoría supone una dificultad añadida en el camino hacia los Juegos de París, su gran objetivo. Era firme candidata a las medallas. Ahora, le toca volver a empezar. “Para entrar en las pruebas, necesito ranking y ahora sólo tengo el 5º puesto de este Europeo. Tengo que ir a todas las competiciones posibles. Estaba 4ª del mundo y, ahora, 12ª. Normalmente, a las carreras van las 9 primeras”, explica. Entrenará para competir en PTS5, pero seguirá reclamando para poder volver a PTS4. Para ello, cuenta con el total apoyo de la Federación Española de Triatlón (FETRI). Desde el organismo, aseguran a AS que se presentó una reclamación, pero fue desestimada. En ella, se alegaba que el panel de clasificación se realizó en circunstancias excepcionales (en los Europeos no se pudo nadar por motivos de salubridad). Ahora, con la ayuda del Comité Paralímpico Español (CPE), se acudirá a la vía internacional, pero pueden pasar meses hasta una resolución definitiva. Mientras, Andrea seguirá siendo una campeona.