Incendio en el ajedrez
Carlsen se retira ante Niemann tras insinuar que antes le derrotó con ayudas. “Debe ser vergonzoso para un campeón del mundo perder ante un idiota como yo”, contesta.
El misterio y la polémica se han colado en el ajedrez. El campeón del mundo Magnus Carlsen (31 años) lleva un mes con una actitud y comportamiento extraño tras una sorprendente derrota, tras 53 partidas invicto, en la prestigiosa Copa Sinquefield, en San Luis, ante el estadounidense Hans Niemann (19 años). El noruego no fue eliminado por ese revés, pero aún así anunciaba en Twitter (donde tiene 748.800 seguidores) que dejaba el torneo con un enigmático mensaje: “Me he retirado. Siempre he disfrutado jugando en el Club de Ajedrez de San Luis y espero estar de vuelta en el futuro”. El tuit iba acompañado de un antiguo vídeo de José Mourinho en el que el entrenador portugués de fútbol decía: “Si hablo me meto en un gran problema”. Su última publicación hasta la fecha, por cierto.
Las redes sociales comenzaron a arder sobre la clara insinuación de Carlsen de que algo raro había sucedido en una partida en la que Niemann, número 49 del ranking mundial, jugaba a buena velocidad con negras en ajedrez clásico frente a una variante rara de la nimzo-índia que Magnus había preparado expresamente para aquella partida. “Por una especie de milagro, comprobé esa línea hoy mismo. No sé por qué, puede sonar ridículo pero fue así”, justificaba el joven jugador que en el pasado, con 12 años, protagonizó un episodio de fraude en un torneo de ajedrez por internet.
“Creo que Magnus cree que Hans probablemente esté haciendo trampas”, dijo en directo Hikaru Nakamura, el 5 del mundo. Por su parte, el gran maestro Miguel Illescas, ocho veces campeón de España, analizaba en profundidad en su canal de Youtube la partida y concluía que no ve al estadounidense hacer nada ilegal. Las posibles trampas se convirtieron en ‘trending topic’ y exjugadores, analistas y expertos de los tableros llevan tres semanas argumentando razones a favor de uno o de otro.
La ayuda informática es el posible caballo de batalla, pero ¿cómo? En el Mundial de 2006 el búlgaro Topalov acusó al ruso Kramnik de ir muchas veces al baño para, según denunciaba, consultar internet para activar uno de los múltiples módulos de ajedrez que simulan el tablero de juego y analizar las posibles jugadas. Nunca se comprobó, pero actualmente la vigilancia en los torneos más prestigiosos es gigantesca y ahora esta opción es prácticamente imposible. ¿Otra opción? Usar un transmisor oculto para recibir información externa. Las fórmulas y explicaciones en el caso de Niemann han ido ‘in crescendo’ y el punto álgido ha llegado con una teoría conspiranoica que Elon Musk ha convertido en viral en redes: Niemann habría usado perlas anales que vibran para dar órdenes en código morse y así anticiparse a los movimientos del noruego.
El rumor llegó a oídos del norteamericano que, de forma irónica, ha contestado aprovechando para mandarle un recado a Carlsen: “Si quieren que me desnude por completo y juegue así, lo haré. No me importa porque sé que estoy limpio. Hice trampa en partidas aleatorias en Chess.com, pero lo confesé. Fue el error más grande de mi vida y estoy completamente avergonzado. Nunca he hecho trampa en un juego sobre el tablero ni con premios en metálico salvo esa vez con 12 años. Por cierto, debe ser vergonzoso para un campeón del mundo perder ante un idiota como yo. Estoy muy agradecido al destino por tener la oportunidad de jugar al ajedrez a un nivel tan alto y perseguir mis sueños”.
Tensión que lejos de menguar ha crecido exponencialmente cuando esta semana les ha tocado enfrentarse, vía internet, en el Julius Baer Generation Cup. ¿Qué ha ocurrido? Antes de su segundo movimiento Carlsen ha abandonado regalando la victoria a su rival y demostrando su malestar con Niemann. “Es inaceptable perder a propósito y muy antideportivo, una actitud que puede ser tan sancionada como hacer trampas”, comentó Jon Ludvig Hammer de la televisión noruega TV-2. Otros mitos del tablero como Karpov y Kasparov piden explicaciones a Carlsen, que sigue guardando silencio al respecto.