Higuita, el portero que cambió un deporte: “Dejaré un legado”

En el Mundial de las sorpresas, hay una selección que ha vuelto a demostrar que son una potencia mundial, Kazajistán. Un equipo que en su momento fue muy influenciado por sus brasileños nacionalizados, pero que ha demostrado que su estrategia sirvió para que muchos jugadores locales crecieran en torno a ellos. Referentes como Leonardo de Melo Vieira Leite ‘Higuita’, un portero que cambió el fútbol sala y que a sus 38 años ha vuelto a demostrar que su nombre quedará en la historia de este deporte. Es una de las indiscutibles estrellas de la cita, en la que este lunes 30 se enfrentan a Argentina (17:00, Fifa+).

“Somos un equipo fuerte que quizá no estábamos entre los superfavoritos, pero sí en un segundo escalón”, se sincera el portero kazajo-brasileño a AS. Un meta que ha labrado su trayectoria gracias a unos enormes reflejos en portería, pero cuya influencia en ataque lo cambió todo. “Pienso que voy a dejar un legado en el fútbol sala. No soy el único que juega con los pies, pero después de mí han llegado muchos. Las Champions que ganamos con el Kairat Almaty tuvieron mucho impacto. Ahí construimos una historia. Los porteros que jugaban con los pies se atrevían a atacar más y otros que no lo hacían tomaron coraje para hacerlo”, cuenta.

Un modelo pulido por otro histórico del país, el seleccionador Cacau. “Uno de los mejores entrenadores que ha habido, con variantes tácticas muy trabajadas”, explica el portero de un equipo, el kazajo, que es uno de los que más apoyos tienen en el Mundial uzbeco por ser país vecino. Y no es raro escuchar retumbar en las gradas ese sobrenombre que adoptó por su parecido con el meta colombiano de fútbol: “Higuita, Higuita...”. “En fútbol sala, las paradas claves se celebran como goles. El público vibra, lo vive... y cuando escuchas tu nombre, el de un compañero o el de la selección, nos carga de moral. Si escucho ‘Higuita’, pienso: ‘tengo que seguir así”.

Y es que es consciente de que su peculiar juego conecta con la afición. “Soy veterano, pero sé la repercusión que tiene el Mundial en nuestro deporte. Y me propuse que la gente viese al Higuita de siempre. Dejar mi mejor versión y ser reconocible”, revela. El líder de una selección que siempre fue más que sus jugadores naturalizados. “Lo que estamos haciendo es gracias a los kazajos locales, que están siendo claves, hay jugadores fantásticos”, asegura. Y es que en Kazajistán ya solo piensan en algo grande. Tras ser semifinalistas en el pasado Mundial, ya avisaron ante España que iban a pelear por todo. Mientras los aficionados disfrutan de ese portero impredecible que se convirtió es una de las estrellas con más aura de la historia del fútbol sala.

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