Granerud, el Haaland volador, conquista su primer Cuatro Trampolines

Atravesando el oscuro cielo de Bichofshofen, con el Águila Dorada como testigo al final del camino, se elevaba una figura familiar, la más repetida en una presente edición del Cuatro Trampolines que dominó de principio a fin. Hablamos de un Halvor Egner Granerud (Oslo, 26 años) que cerró una participación histórica en la Tournee que le ha llevado hasta el primer Águila Dorada de su palmarés, cerrando así una sequía en esta competición que para Noruega perduraba desde 2007, año en el que Anders Jacobsen se proclamó campeón. El noruego, declarado admirador de su compatriota Erling Haaland, al que imita con la celebración de sus goles cuando vence en los trampolines, se hizo con el triunfo en la localidad austriaca por delante de Anze Lanisek y Dawid Kubacki, quienes le acompañaron en el podio final del Cuatro Trampolines: segundo el polaco, tercero el esloveno.

Las condiciones de vuelo eran prácticamente inmejorables y eso se hizo notar en las distancias conseguidas por los primeros saltadores. Karl Geiger y Marius Lindvik acariciaron los 135 metros en los primeros minutos de la tarde, distancia que sí alcanzo un Philipp Raimund (136 m.) que a sus 22 años se ha destapado en esta Tournee como la futura joven estrella de este deporte. A pesar de los 141 metros de Stefan Kraft, con los que enloqueció a la afición local, los tres tenores de la Copa del Mundo y el Cuatro Trampolines volvieron a imponer su ley. Para ellos, la puerta de salida bajó dos peldaños, lo que no impidió ver cifras estelares de Lanisek (140,5 m.) y Granerud (139,5 m. pese a cierta inestabilidad en el despegue). Mazazo para un Kubacki, que en parte dependía de un error del noruego, que tras ser padre por segunda vez en las horas previas a la competición se hubo de conformar con un salto de 135,5 metros que le relegó a la tercera plaza.

Cruce de miradas e intercambio de bromas entre Kubacki y Granerud en los prolegómenos de la segunda manga, ambos conscientes de que, salvo giro radical de los acontecimientos, el pescado estaba vendido... Kraft, que hasta entonces había firmado el salto más largo del día, partía como máximo referente de la afición local, pero la presión le pudo. Su salto, ligeramente por delante del punto de cálculo, incluso le dejó fuera del top-10. Todo volvía a quedar en manos de los tres tenores y Kubacki no se arrugó a pesar de los 28 puntos de diferencia que le separaban de Granerud: 140 metros y otra vez presión para el noruego. A Lanisek le valieron 139 metros para superar por la mínima al polaco (1,8 puntos), pero lo mejor estaba por llegar... Granerud, absolutamente imperturbable, parecía que no quería arriesgar al bajar la salida una puerta por decisión propia, pero sólo lo parecía... Haciéndose fuerte durante un vuelo inestable clavó el telemark en los 143,5 metros, a sólo 1,5 del récord del trampolín, para vencer como hacen los grandes campeones: arrasando. En plena madurez deportiva, Granerud fija ya su mirada en el Globo de Cristal.

Clasificación final del Cuatro Trampolines

1º Halvor Egner Granerud (NOR) - 1191 puntos

2º Dawid Kubacki (POL) - 1158 p.

3º Anze Lanisek (ESL) - 1129 p.

4º Piotr Zyla (POL) - 1090 p.

5º Kamil Stoch (POL) - 1088 p.