Gisela: “En los Juegos no ganará el más rápido, sino el más inteligente”

Gisela Pulido (14-01-1994, Premià de Mar) es mar y viento. A los 10 años fue la campeona del mundo más joven de kitesurf y en su palmarés lucen diez títulos mundiales en la modalidad de freestyle. Ahora su nuevo reto es participar en los Juegos Olímpicos de París 2024 y para ello le ha tocado reinventarse. Está en plena campaña olímpica para la modalidad de Fórmula Kite, actualmente está en Marsella para el Test Event, y su mirada se encuentra centrada en el Mundial que se disputará el mes de agosto en La Haya. Ahí se pondrán en juegos las primeras plazas para clasificar al país para los Juegos y Gisela lo quiere aprovechar. De ello y más, siempre destilando amabilidad y simpatía, charló con AS durante su estancia en Tarifa tras un evento organizado por la bebida White Claw.

¿Cómo se encuentra?

Muy bien, feliz.

Ahora está en Marsella, que es donde se celebrarán los Juegos Olímpicos, para el Test Event. ¿Qué le parece el campo de regatas?

Es muy complicado porque es una zona montañosa y rocosa y después tienes la isla justo en medio de la bahía. El viento entra de tierra, racheado y es bastante complicado.

El Test Event es la previa perfecta para el Mundial de La Haya, que será en agosto ¿Cómo lo lleva?

Estamos contentos y entrenando a tope. Con ganas de ir sumando entrenamientos, competición y a ver si podemos hacer cosas bonitas.

Seguro que tiene el Mundial marcado en rojo. ¿Con ganas?

Muchas. Estamos siguiendo un proceso y lo que más quiero es lograr esa plaza olímpica para poder estar en los Juegos.

¿Qué opciones tiene de hacerse con el billete para los Juegos ya en este Mundial?

Creo que estamos ahí, en el grupo de cabeza. Se dan ocho plazas y, de país, creo que estamos entre los cuatro mejores. Francia ya tiene la plaza asegurada, así que creo que estoy ahí con Inglaterra y Estados Unidos. Lo veo bastante factible, pero no quiero avanzarme. Hay que darlo todo.

¿Está siendo duro el entrenamiento?

Bastante porque me está faltando dar ese salto de peso. Me siento con posibilidades y bien técnicamente, con buena velocidad, pero al final esos 15-20 kilos que me sacan las rivales me hacen sufrir mucho más. Ir a la velocidad que van me exige mucho físicamente y a lo mejor no aguanto a ese ritmo durante toda la regata. Para ellas físicamente no significa nada y para mí todo. Acabo reventada un día de regatas y noto que de los primeros días a los últimos baja mi rendimiento. El hándicap de no pesar lo que toca me está costando resultados. Sé que puedo estar más arriba, tener mejores resultados pero es algo que está ahí. Mentalmente me está costando un poco y estoy trabajando con psicólogos, intentado comer todo lo que puedo y hacer gimnasio para llegar al peso. Eso sí, sé que los resultados llegarán y poco a poco iré cogiendo músculo.

¿Cuántos kilos debe subir?

Me gustaría llegar a los 70 kilos y ahora estoy en 63. Aunque estoy bastante estancada. Soy vegana y me cuesta subir. Ahora es cierto que hemos bajado el ritmo de entrenamiento de cardio porque si hago sesiones de bici de dos horas he de comer mucho más. Me está costando no ver el resultado, pero trato de ser muy constante. Hicimos el año pasado un estudio y estaba en un déficit de 1.000 calorías al día. Así es difícil. Las semanas de entrenamiento bajaba de peso y ahora trato de comer mientras entreno. Pero es que va un poco en contra de mi alimentación dado que quiero lo menos procesado por el hombre y es complicado. Es un sacrificio. El problema es que un mes que me despiste pierdo cuatro kilos. Mi peso normal son 53, así que ya estoy en +10. Pero me falta más.

Usted es muy exigente. ¿Cómo lidia con la presión?

La presión es más la que yo me pongo que por los demás. Siempre quiero ganar. Soy muy competitiva y no me gusta quedar quinta. Primero quiero estar en el podio y después ganar. Mi exigencia es máxima. Por culpa del peso, hay chicas que hace un par de años estaban detrás de mí y ahora están por delante. Psicológicamente es duro porque estar Top-10 o Top-5 no me vale, quiero más. Aunque esto no quita que disfrute mucho de lo que hago. Por eso estoy aquí. Hay que disfrutar del día a día, del camino, y de la experiencia de hacer campaña olímpica.

Usted ha sido diez veces campeona del mundo de freestyle, así que tampoco ha de demostrar nada a nadie...

Exacto y eso lo tengo en la mente. He ganado mis diez mundiales de freestyle, que es en lo que he competido siempre y ahora estoy haciendo algo distinto. Lo importante es disfrutar, relajarme y entrenar a tope.

¿Cuál es el mayor cambio que ha notado ahora que compite en Fórmula Kite?

Esto es como navegar en vela. Hay un recorrido con boyas, barlovento-sotavento, y la verdad es que me gusta bastante porque el freestyle era menos mental. Había poca táctica y aquí es quizás un poco más objetivo: gana quien llega primero. Lo que me gusta de esta disciplina es que hay que pensar mucho más, en los roles, presiones, las salidas, ver quién tengo a sotavento, quién a barlovento... tengo muchas cosas en las que pensar y armas para hacer la regata.

¿Cómo es estar en una campaña olímpica?

Es bastante heavy, el nivel de entrenamientos y el sacrificio son altos. Además todo el tiempo que tú no dedicas, el rival sí lo está haciendo. Así que es una carrera contrarreloj para ver quién llega mejor. Y psicológicamente es un reto porque todo gira en torno eso, te pones mucha presión porque durante los últimos años has trabajado para hacerlo bien en los Juegos y ganar una medalla. Hay que prepararse bien y tengo muy claro que en Marsella no va a ganar el más rápido, sino el más inteligente, quien más piense y mejor gestione las regatas.

¿Qué importancia tiene el trabajo con los psicólogos en el deporte?

Es vital. Yo llevo dos años con mi psicóloga y estoy encantada. Me ayuda a estructurar los objetivos, entrenamientos... a ponerlo todo sobre la mesa. Analizamos todo y hay muchos datos. Me ayuda mucho y hablo de deporte, pero también de temas personales. A nivel deportivo, y en el personal, apoyo cien por cien que se tenga un psicólogo.

¿Estar en París 2024 es más un sueño o una espina clavada?

Un sueño, clarísimo, no una espina porque antes no dependía de mí que el kite fuese olímpico así que no podía hacer nada. Cuando surgió que Fórmula Kite fuese olímpico dije que quería probar a ver si me gustaba y aquí estoy. Soy muy de disfrutar de lo que hago y si no lo paso bien, no lo hago. Practico deporte porque disfruto navegando, entrenando y compitiendo, si no nada. No estoy en una campaña olímpica por estar.

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¿Qué hace para desconectar?

Hago deporte todos los días y ahora soy adicta al pádel (sonríe). Puedo llegar a hacer dos partidos al día. Y después intento meterme siempre que puedo en el agua, hago surf si hay olas. Y en invierno voy a esquiar. Pero también me gusta estar tranquilamente en casa, descansar. No paro, pero también desconecto, que es importante.

¿Tarifa o Barcelona?

Creo que Tarifa. Soy una persona que me gusta mucho la naturaleza. En Barcelona me falta eso, hay mucha ciudad. Vivo en la zona del Maresme, que es como muy urbana y no siento que tenga desconexión cien por cien. Después voy a la playa allí y está masificada de gente, no encuentro un espacio, siempre hay gente alrededor. Aquí puedes irte a cualquier sitio y no cruzarte con nadie. Me encanta conectar conmigo y estar sola con mi perro... aquí en Tarifa sí puedo.

¿Se va a llevar a Fly, su perro, a La Haya?

Está conmigo siempre, pero a La Haya no creo. Estamos trabajando con la psicóloga la dependencia que tengo de Fly. Me acuerdo que el año pasado estaba en el Europeo y el Mundial, que era como un mes fuera de casa, y la última semana del Mundial me vine abajo porque tenía muchas ganas de volver a verle. En unos Juegos no me puede pasar eso. Estamos gestionando eso un poco.

Hace meses se anunció que competiría con el Dorsia Covirán. ¿Lo va a poder combinar con sus entrenamientos?

Me gustaría mucho, pero es que viajar implica sacrificar gimnasio, horas de entrenamiento y comer bien. Cuando viajo pierdo peso, en lugar de ganarlo. Estar en mi casa me estabiliza. Quiero ir pero no sé cómo gestionarlo. Quizás voy más después del Mundial, en septiembre-octubre porque es beneficioso hacer horas de navegación.