Geiger recupera su mejor versión con un doblete en Klingenthal

Entre la niebla del trampolín alemán de Klingenthal, Karl Geiger se abrió paso el pasado sábado para evitar el pleno de Stefan Kraft, todavía líder de Copa del Mundo. Con un último salto magistral, el germano tapó bocas y cerró heridas, después de varias temporadas que fueron un ‘quiero y no puedo’ para él. Casi siempre en los primeros puestos, pero nunca rematando. Pero ahí no quedó la cosa, porque a Geiger todavía le sobraba gasolina este domingo para una exhibición más. Sólo él, con dos saltos prodigiosos, pudo evitar la primera victoria del suizo Gregor Deschwanden en Copa del Mundo.

No fue el de Geiger el único resurgir que trajo consigo Klingenthal. Y es que de los protagonistas de la temporada pasada, actualmente desaparecidos, parece que Anze Lanisek se recupera para la causa. El esloveno, volando nuevamente entre las distancias más largas, llegó a coquetear con el podio (4º) ante un discreto Kraft, que en un trampolín en el que únicamente ha ganado en una ocasión sólo pudo ser 9º. El austriaco daba una tregua, después de cuatro triunfos consecutivos, y las opciones del resto crecían.

Sobre todo, las de una Alemania en estado de gracia. Con Leyhe, Paschke, Geiger y Wellinger, ningún otro equipo cuenta con más saltadores en el top-10 de Copa del Mundo a estas alturas. Todo fluye. El propio Wellinger lo escenificó: 146,5 metros en su segunda tentativa, que le servían para ser líder provisional y, de paso, igualar el récord del trampolín, en poder de su compatriota Michael Uhrmann desde hace doce años. Y no sería el último…

Y es que el suizo Deschwanden también firmó un salto estratosférico para conseguir su primer podio en Copa del Mundo calcando dicha distancia. Insólito. Las condiciones eran demasiado favorables y los jueces decidieron tomar cartas en el asunto: la salida se bajaba una puerta. Eso no frenó a Geiger, pese a unos segundos de incertidumbre por un fuerte viento lateral que obligó a retrasar su último salto. Nervios de acero, 141,5 metros para un vuelo técnicamente impecable y 297,9 puntos que le daban un triunfo incontestable. Kraft sigue mandando en la general, pero Alemania lidera la oposición. La cosa se aprieta.

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