“Esto se tiene que acabar”

Rafael Louzán lanzó un mensaje de apoyo a los árbitros este martes en su comparecencia en los Desayunos de Europa Press y quiso compartir una fotografía para ejemplificar el problema que existe, no ya en el deporte profesional, sino en las categorías formativas. Esa era de la Abdessamad Mokhtar El Kharaifi, colegiado brutalmente agredido en Torija (Guadalajara) el pasado mes de marzo, al que quiso hacer un reconocimiento en la sede de la RFEF en otro gesto con el que el presidente está mostrando su respaldo al colectivo.

El árbitro, aún convaleciente de las heridas, quiso lanzar un mensaje de respeto: “Pido que se nos respete igual que a cualquier otra persona. Al igual que a nadie se le ocurre insultar al cajero o al dependiente de una tienda cuando va a comprar, a un árbitro también se le debe respetar. Yo, como juez dentro del campo, no puedo faltarle al respeto a un jugador, a alguien en la grada ni a nadie dentro o fuera del campo. Veo que últimamente se están normalizando las faltas de respeto contra los árbitros y es algo que debería acabarse”.

Al árbitro, que le rompieron la mandíbula y estuvo a punto de perder un ojo por la agresión en las afueras del pabellón, fue recibido por el presidente de la RFEF, quien le entregó una camiseta de la Selección y le trasladó el mensaje de que se encuentra sensibilizado con un problema cada vez más frecuente en las categorías no profesionales, el de los insultos y las agresiones a los árbitros.

Louzán quiso realizar el homenaje en el contexto de la reunión con todos los clubes de la élite del fútbol sala, que le mostraron al colegiado su cariño y respeto y que el árbitro agradeció mientras se recupera de las lesiones.

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