España acaba séptima el Gran Premio de Cádiz

No hubo final feliz en el Gran Premio de Cádiz para España y la tristeza y lágrimas de algunos miembros de la tripulación constataron la frustración. Fue un domingo para olvidar del F50 Victoria y es que, tras un séptimo puesto y un octavo, acabó séptimo, a 12 puntos de Francia, líder y que se impuso en la final a Estados Unidos y Australia. A Jordi Xammar se le vio excesivamente tocado tras finalizar el Gran Premio y es que fue un golpe muy duro. “Fue una pena. Era el primer evento que teníamos opciones de final y queríamos regalarle una final a Cádiz. Seguiremos trabajando para que llegue lo antes posible”, dijo.

Si el año pasado no pudieron competir en la segunda jornada por culpa de un accidente, este año les faltó fortuna. El poco viento fue su principal enemigo y no pudieron completar ninguna de las dos mangas en el tiempo máximo permitido de 16 minutos. La jornada arrancó bien, con una gran salida en la primera manga y se llegó a soñar con la victoria. Pero tras la cuarta puerta, el F50 Victoria lo perdió todo. Se metió en un pozo de viento, no pudo foilear, y pasó de la segunda plaza a la octava. El golpe psicológico fue tremendo y solo se pudo acabar en séptima posición. En cuanto a la segunda carrera, fue para olvidar. En la salida se cometió un fuera de línea, como Estados Unidos y Nueva Zelanda, y navegar se hizo imposible. Se volvieron a exceder, como en la primera manga, los 16 minutos y el único barco al que se superó fue a Gran Bretaña que arrastró problemas con el timón.

Diego Botín explicó que “fue un evento con condiciones especiales, sobre todo por la ola. No estamos acostumbrados a navegar con tanta ola. Hicimos cosas muy buenas en este evento, nos da mucha fuerza para el futuro porque sentimos que estamos mejorando y nos falta un click para estar arriba. No tengo duda de que el año que viene vamos a llegar aquí con opciones y es que es increíble lo que ha hecho la afición aquí en Cádiz”. El próximo evento, el 12 y 13 de noviembre en Dubai.