El Movistar Inter evita el ‘Antequerazo’ en los penaltis

No había mejor regreso del fútbol sala nacional que con la locura de semifinal de Supercopa de España protagonizada por Movistar Inter y BeSoccer UMA Antequera. Un derroche físico y futbolístico que se tradujo en un espectáculo inmenso con el que disfrutaron los asistentes al Palacio de Deportes de Alzira. Tras una segunda parte de auténtico infarto (4-4), en la que los malagueños empataron hasta en cuatro ocasiones, el conjunto de Torrejón selló su billete a la final gracias a las decisivas paradas de Jesús Herrero en la tanda de penaltis.

El dominio de la primera mitad llevó la firma interista, pero el luminoso no se movió. Parte de culpa la tuvieron los postes, con los que el Movistar se topó dos veces en tres minutos, y también las continuas paradas de un Conejo que estuvo sensacional. Con el paso de los minutos, los malagueños fueron ganando confianza sobre el 40x20 y en los contragolpes llevaron veneno en un par de ocasiones, pero a Cobarro y Muñoz se les hizo pequeña la portería ante la figura de Jesús Herrero.

Todo dio un giro radical en una segunda parte que acabó con la sequía goleadora de un plumazo. Sólo 17 segundos habían transcurrido cuando el Movistar Inter abrió la lata por obra de Cecilio, que apareció en el segundo palo para rematar un córner servido por Carlao. La emoción fue in crescendo, puesto que lejos de arrugarse, el Antequera reaccionó un minuto después a través de su capitán, una falta directa que Miguel Conde envió al fondo de la red. Herrero llegó a tocar el cuero y quizás pudo hacer más por evitar el 1-1, aunque poco tiempo se lamentaron los de Torrejón cuando cuatro minutos después apareció Drahovsky. El eslovaco, omnipresente, cortó un pase en zona defensiva, originó la contra para el disparo de Raya y aprovechó el rechace de su compañero para anotar, en un alarde de recursos, con la rodilla.

La locura

Pero mediado el segundo tiempo, los malagueños demostraron que no habían dicho su última palabra. Después de que Carlao llegase in extremis para salvar bajo palos un gol cantado de Pablo Ordóñez, la locura se desató sobre la cancha, gracias en buena parte a las continuas reacciones del Antequera. Primero, Miguel Conde se inventó el golazo del día, picando el balón con sutileza ante Tripodi para poner el 2-2 con un trallazo. Acto seguido, los andaluces pudieron adelantarse por primera vez en todo el choque desde el punto de penalti. Los colegiados señalaron la pena máxima de Fits tras la petición de vídeoarbitraje del Antequera, pero Jesús Herrero le adivinó el lanzamiento a Conde. Presagio de lo que estaba por llegar...

Los de Pato hicieron el 3-2 con algo de fortuna. Rubi Lemos puso un centro-chut al corazón del área y Alvarito introdujo el cuero en propia puerta involuntariamente. Tocó volver a remar, y vaya si lo hicieron los de Málaga. A falta de 5′ para el final, portero-jugador en pista y nuevo empate, esta vez de David Velasco, tras una larga posesión. Cecilio, de palomero en boca de gol, aprovechó un rechace del arquero a disparo de Tripodi para hacer el 4-3, pero la expulsión de Raya a 20 segundos del final, que dejó al Antequera en superioridad de 5 para 3 gracias al portero-jugador, permitió el definitivo 4-4 de Cobarro en la ejecución de la falta. Entre tantas idas y venidas, Jesús Herrero se hizo gigante en los penaltis para resolver una semifinal en la que el debutante Antequera cayó con los máximos honores.