El método “sin miedo a nada”
Ariadna Ruiz, Javier Aznar y Elena Ruiz descifran el éxito del jovencísimo CN Sant Andreu, un club de barrio que ya es el tercero mejor de Europa y que ahora va “a por todas” en la Copa.
En el corazón de la ciudad, en pleno bullicio del céntrico Passeig Fabra i Puig, poco hace presagiar la fachada del Club Natació Sant Andreu que en su interior alberga un majestuso complejo, del que uno de cada cinco habitantes del barrio es socio. 8.000 en total. Allí, en una entidad históricamente distinguida por su Gran Premio Internacional de Natación Ciutat de Barcelona y por sus nadadores –de Sergi López a Jessica Vall, África Zamorano o Emma Carrasco–, está acaparando todas las miradas el waterpolo. Su equipo femenino está haciendo historia. Y pretende escribirla en mayúsculas a partir de este viernes, en Sabadell, en la Copa de la Reina.
Tras disputar hace dos semanas su primera final a cuatro de la Champions, con un meritorio bronce, ahora persigue el CN Sant Andreu su primer título. En la Copa, igual que en la Liga, ha sido subcampeón en tres ocasiones. “Estamos en disposición de competirlo todo, nos hemos sumado al CN Sabadell y al CN Mataró en la puja por los títulos”, celebra Javier Aznar, el entrenador de una plantilla jovencísima, con una edad media que no alcanza los 20 años, pero obligada “a aprender rápidamente, porque una no escoge cuando se presentan las oportunidades ni si se repetirán, así que hay que aprovecharlas”, subraya el técnico, que recibe a AS, junto a dos de las jugadoras más relevantes, en la emblemática piscina Pere Serrat.
“La final a cuatro de la Champions nos sirvió para ver dónde estábamos y a dónde podíamos llegar. Y para no caer en los mismos errores. Vamos a por todas en la Copa”, analiza Ariadna Ruiz, la mayor de dos hermanas que ya han coincidido en Mundiales y un Europeo con la Selección española, pero que afrontan su primera Copa de la Reina juntas. Y eso porque Elena, la benjamina, dejó Sabadell como campeona continental el pasado verano para escribir una hoja en blanco. “Me cambié para disfrutar más, para sentirme más cómoda a nivel de juego, y se ha visto reflejado. Estoy muy contenta por el cambio, feliz”, asegura.
Una derrota y media esta temporada
La ilusión, el empuje y tener las cosas claras, como se ve a simple vista, son algunas de las claves de este Sant Andreu que esta temporada ha perdido tan sólo dos partidos: la semifinal de la Champions, ante el Sabadell, y por penaltis en la Liga frente al Mataró. Pero, ¿cuáles son los otros secretos del éxito?
“Lo que nos hace diferentes es que a pesar de la juventud no tenemos miedo a nada. No somos las jugadoras con más experiencia, pero sí mucha ambición por demostrar de qué somos capaces”, concede Ariadna. “En este club se cuida mucho a las jugadoras. Veníamos a estar en lo más alto, y lo estamos consiguiendo con esfuerzo y, sobre todo, disfrutando. Pero queremos llegar aún más lejos”, advierte Elena Ruiz. Y dobla la apuesta su hermana mayor: “No tenemos techo. Queremos ganar lo máximo que podamos este año. No seremos nosotras quienes nos impongamos un límite”.
Y secunda Aznar que “el principal mérito es el trabajo de las jugadoras, que están muy implicadas. A veces se da esa mezcla entre las jugadoras que ya estaban, las que se incorporan, el trabajo que se hace y una pizca de suerte”. El entrenador, que cumple una década al frente del equipo femenino, recuerda que la apuesta del Sant Andreu siempre pasó por la juventud, aunque históricamente ha costado retener el talento, tanto por lo económico como por las expectativas. “Ojalá el proyecto que hemos comenzado esta temporada nos dure bastantes años”, valora.
Terré, “la piedra filosofal del proyecto”
Y ese anhelado cambio de mentalidad en las jugadoras tiene un porqué con nombre y apellido: Martina Terré. La portera, titular también con España, “es la piedra filosofal del proyecto”, según Aznar, quien abunda en la importancia que su decisión de renovar el año pasado hasta 2026 tuvo para formar la actual plantilla: “Ella ha creído en el club, que a su vez ha intentado formar un equipo a su alrededor. El efecto Martina nos ha servido sobre todo para que el equipo crea, porque además de su rendimiento tiene un carisma especial, un liderazgo que se nota muchísimo en las competiciones”, relata.
¿Y la Copa? Debuta el Sant Andreu este viernes (14:30, Teledeporte y Esport3) ante el CN Atlètic Barceloneta, un rival que “está trabajando muy bien. Hace pocos días ya nos pusieron las cosas difíciles (7-10 ganaron las andreuenses el pasado sábado). En las semifinales, Terrassa y Echeyde ya demostraron su dureza en la Liga. Y es verdad que Sabadell y Mataró van por el otro lado del cuadro, pero en la Copa nunca hay que confiarse”, reflexiona Elena, sobre la teórica ventaja que les concede su liderato en la Liga, de no cruzarse a las otras favoritas hasta la final.
“El bronce de la Champions nos ayuda mucho a creer en nosotras, conquistar la Copa sería lo mejor que nos puede pasar para seguir ganando en confianza”, remacha Ariadna, que junto a su hermana tiene también la vista puesta en los Juegos Olímpicos. “El otro día precisamente hablábamos en casa de que va a ser la temporada más larga que se recuerde, por eso debemos estar preparadas física y mentalmente”, culmina.
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