El grito desesperado del Inacua de Málaga: “Vamos a desaparecer”
Los deportistas que se entrenan en el centro acuático, entre ellos el campeón mundial júnior Carlos Garach, se manifestarán el domingo en al ayuntamiento para que reabran la piscina.
Desde el pasado mes de marzo, cuando se desplomó una parte del techo de la piscina Inacua de Málaga que obligó a mover el campeonato de España a Torremolinos, los usuarios habituales de esta instalación viven una situación anómala. A la vista de que el ayuntamiento de la ciudad da largas y la temporada de entrenamiento va pasando sin que los nadadores o waterpolistas puedan normalizar sus sesiones de trabajo, este domingo se ha convocado una manifestación a las puertas del consistorio para reclamar una solución cuanto antes. El SOS es claro: “Vamos a desaparecer”.
En el grupo de entrenamiento de Málaga hay nadadores de nivel elite, como Carlos Garach, campeón del mundo júnior el pasado septiembre (800 y 1.500 libre), mundialista absoluto en Budapest y una de las grandes promesas de la natación. El fin de semana batió el récord de España de 3.000 metros en piscina corta con un tiempo de 30:13.59. Un talento que se encuentra en una situación de incertidumbre diaria al tener que cambiar de horarios y de lugar de entrenamiento constantemente. Ahora mismo, este grupo de entrenamiento dirigido por Xavi Casademont entrena por las mañana en la piscina de Carranque (de la localidad) y por las tardes en la piscina exterior de Inacua que es de 25 metros. Pero la próxima semana deberán moverse a Torremolinos: “Allí no hay espacio para todos”. Palabra del técnico.
A Garach y al grupo de la Federación de Natación Andaluza le salva hasta enero el calendario. El fondista se va a Australia el día 21 de noviembre y se quedará hasta mitad de diciembre, cuando se celebren los Campeonatos del Mundo de piscina corta en los que participará. El resto del grupo realizará una concentración en Sierra Nevada hasta el campeonato de España del 20 de diciembre. Al margen del grupo de elite, hay 500 deportistas de todas las edades de sincro, natación y waterpolo que compartían piscina y que ahora deberán esperar a la reapertura. También los usuarios habituales de la instalación.
El Ayuntamiento ya ha decidido la reparación de la piscina de 50 metros pero le empresa que debía ir a valorar los daños no pudo acudir la semana anterior, por lo que todo se pospone unos días. Esta obra no debería suponer más de diez días. Pero continúa estando en situación precario el techo. Un técnico debe firmar de que la estructura soporta esa zona y no habrá riesgo de desprendimiento, como sí ocurrió en abril. Hasta que no se tenga ese certificado no se puede reabrir la instalación. Este domingo seguirán las protestas ocho meses después de que empezaran los problemas.