El Campamento 4 del Everest, lleno de basura
La explotación comercial de la montaña más alta de nuestro planeta es el gran problema a solucionar por las autoridades que protegen el entorno.
El Monte Everest (8.849 metros) está sufriendo los problemas de la democratización de la tecnología. Los medios para acceder a uno de los puntos más remotos de nuestro planeta han evolucionado en gran medida y, hoy en día, con una adecuada preparación física, muchas personas pueden llegar a lugares inhóspitos. El Campamento 4 (8.400), el paso previo a la ascensión final, sufre una acumulación de desperdicios que lo está convirtiendo en un grave problema medioambiental.
La explotación comercial de las montañas más altas de nuestro planeta está generando en graves problemas que los organismos tratan de controlar. Si en el pasado fueron las colas de alpinistas tratando de alcanzar las cimas de picos como el propio Everest, el K2 o el Annapurna, en la actualidad preocupa la gran cantidad de residuos que los montañistas dejan a su paso, entre las que se encuentran tiendas de campaña, botellas de oxígeno vacías, cuencos de comida y un largo etcétera.
Todo escalador que vaya más allá del Campamento Base tiene que bajar alrededor de ocho kilos de desperdicios a su regreso para recibir los 4.000 dólares que previamente abonaron como depósito. Sin embargo, eso no es suficiente para evitar que la zona se encuentra en una forma lamentable ante los montañistas que dejan sus residuos atrás. El Comité de Control de Contaminación de Sagarmatha, organismo encargado de controlar la situación, tiene grandes problemas para hacer frente y busca encontrar soluciones antes de que el estado del Campamento 4 empeore.
Sigue el canal de Diario AS en WhatsApp, donde encontrarás todas las claves deportivas del día.