El Barça no quiere compañía
El conjunto catalán arrolla al Levante, colíder antes del partido, para coronar la clasificación en solitario. Matheus, MVP con un doblete, abre la goleada.
Cuando Roger Serrano, ala del Levante y ex del conjunto catalán, decía durante la previa que el Barça “es el mejor equipo del mundo”, seguramente, estaba pensando en algo similar al primer gol de Matheus, el que abría una goleada (1-6) que sitúa a los de Jesús Velasco como líderes en solitario de la Primera Federación Futsal. Hasta el momento, y tras sólo dos jornadas, el conjunto valenciano era el único que había podido aguantar el ritmo al vigente campeón, que empieza contando sus encuentros por victorias, como tenía previsto. Tras una primera parte igualada, que sólo concedió un gol de ventaja a los culés, el Barcelona se desmelenó. Las estadísticas finales (29 tiros del Levante por 28 del Barça, 15 disparos por 18, 10 paradas por 14) no permiten explicar esos tramos de frenesí, los que, como también advertía Roger, hacen que el Barça esté “muy por encima del resto”.
Al menos, de momento. Pese al atracón de títulos de la temporada pasada, los azulgrana siguen teniendo mucha hambre. Y lo demuestran antes, durante y después de los partidos. “Es un rival que siempre nos ha exigido mucho, y más en su casa. Se encuentran en plena dinámica positiva y deberemos darlo todo si queremos sumar los tres puntos”, aseguraba Dídac Plana durante la semana. Sobre la pista, el respeto se traducía en una salida en tromba. El Levante, más anárquico, golpeaba más veces, pero el Barça lo hacía mejor. Antes de estrenar el marcador, avisaba con dos palos, de Lozano y Marcenio, que perdonaba uno de los goles de la jornada con una vaselina preciosa ante Fede. Matheus, tres minutos después, recogía el testigo en lo estético, pero no fallaba. Tuya mía, mía tuya con Dyego y gol para la galería. Académico, desde las raíces más profundas del fútbol sala.
Mucha valentía, poco acierto
El Levante seguía mirando a los ojos al Barça, como demandaba su posición en la tabla, pero a leguas en cuanto a colmillo. Sergio Mullor, vertical y agresivo, mantenía su plan, sin especular, y Velasco le compraba la idea. Veinte minutos después, el Municipal de Paterna reflejaba siete goles en el marcador, fieles al partido, muy ofensivo, pero duros con los locales, poco acertados. Ya en la segunda parte, Fede se estiraba de forma milagrosa para negarle el gol a Dyego, que llegaba de endosarle un doblete al Córdoba. Un tapón diminuto ante una bomba a punto de estallar. Matheus, con un control fantástico en carrera, añadía el segundo a su cuenta y desencadenaba un final furioso, potenciado por un Levante a tumba abierta, jugando de cinco. Carlos Ortiz, tras arrebatarle el balón a Rafa Usín, Sergio Lozano, desde su campo, Sergio González, que ha marcado en todas las jornadas hasta el momento, y Catela, en otra contra, se sumaban a la fiesta. Peléh, con el 1-3, fue el único que mostró el orgullo de un liderato que ya sólo tiene un nombre. El Barça no quiere compañía.