“Desde que en Atenas 2004 descubrí el hockey, los Juegos son mi sueño”

Lo primero que hizo Coti Amundson Teves (Madrid, 12-02-1998) cuando España rubricó su pase a las semifinales del Preolímpico como primera de grupo, tras golear a Canadá (5-1), fue buscar a alguien con la mirada entre el público de Beteró, encontrar a esa persona y cruzar el campo corriendo para abrazarla. Se trataba de su hermana melliza Flor, también internacional pero lesionada de gravedad desde el pasado 4 de mayo. Ese abrazo entrañaba un mensaje: al fin están a un partido de alcanzar el anhelo común que se inició una tarde de verano, cuando tenían seis años, y que este jueves puede cumplirse si las RedSticks derrotan a Irlanda (12:30, Teledeporte y RTVE Play).

“Desde que en Atenas 2004 descubrí el hockey, los Juegos son mi sueño”, confirma Coti en una conversación con AS. “Estaba con mi abuela y vi un deporte en la tele, que no sabía ni qué era ni cómo se llamaba. Pero me atrajo muchísimo, me puse pesadísima y mi abuela se lo explicó a mi madre. Ella fue quien averiguó que aquel deporte era hockey hierba”, narra divertida la jugadora, que tuvo la suerte de que un compañero de trabajo de su progenitora conocía al presidente del Pozuelo. Y todo cobró sentido.

Han transcurrido 18 años, toda una vida, y si España hace los deberes, habrá otras Coti que viendo por la tele París 2024 se aficionen. “Queremos que la gente nos vea y que, además de estar orgullosa de nosotras, pueda empezar a practicar el hockey y que crezca, aunque creo que ya lo está haciendo, porque aún se puede llegar a más gente. Es un deporte súper divertido y en equipo”, explica, con la misma ilusión de la que habla de cómo el factor campo, en un Preolímpico que se disputa en Valencia, puede darles ese plus definitivo: “Habrá momentos malos en los que es la gente la que te da la fuerza para seguir. Valencia lo sentimos como casa, tenemos muchas ganas de brindarle el pase a los Juegos a toda esa gente que viene a vernos”.

Entre esa gente están, desde el sábado pasado, su madre y su hermana. “Han sido meses duros, sobre todo los primeros, en que nos tuvimos que separar”, cuenta, sobre la rehabilitación de una rotura del cruzado de la rodilla izquierda que Flor tuvo que hacer en Madrid, lejos del Real Club de Polo, tras una vida literalmente juntas. “Ahora yo la apoyo en la recuperación y ella a mí en el Preolímpico”, resuelve. El deseo, si España cumple con su objetivo, es que llegue a los Juegos, “pero lo primero es que la rodilla quede bien, porque en mujeres es un mínimo de diez meses. Pero en cuanto le den el alta va a luchar por su sueño, que es el de ambas”, exclama.

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Estudiante de tercero de Psicología, cuyas materias aplica en su vida diaria “porque el binomio entre cabeza y cuerpo tiene que estar bien para poder rendir al máximo”, considera Coti Amundson Teves que “la combinación de ambos”, en alusión al nuevo seleccionador, Carlos García Cuenca, y al anterior, Adrian Lock, “es lo que nos ha hecho mejorar y llegar a donde estamos ahora”.

Y, como exjugadora del KHC Dragons belga, avisa de lo que supondría encontrarse a Bélgica en una hipotética final: “El hockey en Bélgica es muy físico y muy directo, muy vertical. En España nos estamos adaptando a esa evolución del hockey, lo estamos haciendo muy bien. Ellas están un paso por delante pero llegamos en nuestro mejor momento y podemos competir contra ellas”. Lo primero es Irlanda. Ganar hará realidad el sueño de una tarde de verano frente al televisor.

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