David Antón: “No me gusta cómo Carlsen está manejando el tema de las trampas”
El jugador español, flamante subcampeón de Europa por equipos, comenta en Diario AS sus próximos objetivos y cómo ve el futuro del ajedrez nacional.
David Antón Guijarro (Murcia, 1995) es uno de los mejores ajedrecistas españoles de la historia. Con tan solo 17 años consiguió el mayor título en el deporte de las 64 casillas, el de Gran Maestro. Desde entonces, poco a poco ha ido mejorando su juego en una carrera que difícilmente se puede explicar sin trabajo y sin el apoyo de su entrenador de toda la vida, David Martínez. Subcampeón de Europa absoluto con 18 años, presente en algunos de los torneos más importantes del mundo y referente para una amplia legión de jóvenes jugadores que sueñan con llegar algún día a su nivel, atiende a Diario AS unos días antes de viajar hasta Isla de Man (Gran Bretaña) para jugar el Gran Suizo de la FIDE. Salud mental, las opciones de medalla de la Selección española en los próximos torneos y la figura de Magnus Carlsen son algunos de los temas en los que profundiza el único ajedrecista que ha sido invitado a ‘La Resistencia’.
P: El próximo 25 de octubre empieza el Gran Suizo de la FIDE. ¿Cómo afronta el que es, junto con la Copa del Mundo, el torneo más importante del año?
R: Es un torneo que históricamente se me ha dado bien. Las otras dos veces que he jugado quedé quinto y undécimo. Voy con ganas y luego, todo puede pasar. Intentaré hacerlo bien. Siempre lo suelo hacer mejor contra gente fuerte. En los últimos torneos no me ha ido del todo bien porque a veces me cuesta más ganar partidas contra gente un poco más floja, pero enfrentarme a jugadores de mi nivel me motiva más.
Además, es el torneo que más acerca que un español pueda jugar el Torneo de Candidatos consiguiendo una de las dos primeras plazas.
En el primero que jugué me quedé cerca. Estuve luchando en las primeras mesas y, a falta de dos rondas, tenía posibilidades. Perdí la penúltima ronda con Caruana y se me fueron las opciones. Pero sí, sin duda. Si haces un buen torneo puedes clasificar. Son dos plazas en principio, pero como hay jugadores clasificados ya (el propio Fabiano Caruana) puede que incluso quedando tercero se clasifique.
¿Cuál es el objetivo?
No tengo un objetivo en especial, simplemente voy a intentar hacerlo lo mejor posible. Clasificar al Candidatos, en principio, no es muy realista. Voy con ganas, sé que podría pasar, pero es muy difícil. Intentaré luchar por estar arriba.
En alguna otra entrevista he leído que en su día a día entrena aproximadamente cinco horas diarias de ajedrez, pero cuando llegan los torneos cambia la dinámica. ¿Cómo es el día a día de un jugador en un torneo de élite profesional?
Las partidas en estos torneos son muy largas, alrededor de las seis horas. Una vez que termino de jugar voy a cenar y espero a que se publique la ronda del día siguiente. Cuando sé quién va a ser mi rival, preparo la partida. Miro lo que voy a jugar por la noche mucho más que por la mañana, lo intento dejar todo visto para solo tener que repasar cuando me levante, pero la mayoría de las cosas las llevo analizadas de casa. Echo por la noche alrededor de dos horas. Por las mañanas, me levanto alrededor de las 12:30, como y vuelvo a mirar la preparación una media hora más. No suelo hacer deporte ni nada que se salga de la rutina, porque no soy una persona a la que le sobre energía, aunque a veces por la noche sí que veo películas o series para relajarme y dormir.
¿Y en las jornadas de descanso?
Suelo hacer más o menos lo mismo. Como mucho salgo a dar un paseo con algún otro jugador, pero nada que gaste mucha energía. Muchas veces las organizaciones preparan alguna excursión, pero no se me suele pasar por la cabeza ir. Intento relajarme y ya está.
Está siendo una temporada complicada para usted. A la eliminación temprana en la Copa del Mundo se suma una importante caída de ELO, aunque en el último mes ha quedado subcampeón de Europa por equipos recuperando sensaciones.
En general, no diría que está siendo un buen año, aunque parece que un torneo o dos manchan el resto. Si hiciera un buen torneo en el Gran Suizo estaría contento. Últimamente el ELO lo sigo menos, porque creo que mi actuación en torneos como el de Abu Dabi o el de España por equipos, que son los dos en los que he bajado bastante, son resultados que se pueden dar porque juegas contra gente un poco más floja que está motivada y que no dejan de ser muy buenos jugadores. Entonces, un par de derrotas castigan mucho el ELO. La eliminación de la Copa del Mundo sí me duele más, porque es un torneo que se me da mal. He jugado cinco y solo he ganado una eliminatoria. Y bueno, al principio no era favorito en la primera ronda, pero en estas últimas ya sí lo era y he caído igual. Sé que puede pasar, pero duele caer eliminado. Sin duda, no está siendo el mejor año, pero a ver si lo puedo arreglar un poco.
Es uno de los dos jugadores nacidos en España que ha alcanzado los 2.700 puntos de ELO internacional (Shirov, nacido en Letonia y nacionalizado español también lo logró). Una vez que llega a esos niveles imagino que los objetivos cada vez son menos claros y que cada mejoría cuesta cada vez más. ¿Cuál es su objetivo profesional ahora mismo?
Precisamente por eso no me centro tanto en el ELO, sino en los torneos importantes. Evidentemente, no es lo mismo tener 2.710 que 2.660, pero no creo que eso diga tanto. Aunque no esté siendo mi mejor momento y esté en uno de los ELO más bajos de los últimos años, sé que en el Gran Suizo lo puedo hacer muy bien y que puedo intentar luchar por ganar. Y lo que más me motivan son torneos como la Copa del Mundo, el Gran Suizo y ayudar a España para intentar hacerlo lo mejor posible en los torneos de selecciones. En noviembre tenemos el Europeo de Selecciones e intentaremos conseguir alguna medalla. Creo que tenemos buen equipo, aunque Vallejo (el número 1 español) no va a jugar al final. Me centro en intentar conseguir resultados buenos.
En 2022, de hecho, consiguieron la primera medalla de la historia de España en el Mundial Rápido por Naciones. Con diez jugadores por encima de 2.600 de ELO, 15 con más de 2.550 y las recientes nacionalizaciones de Alan Pichot y Maksim Chigaev, ¿cree que la Selección está en el mejor momento de su historia?
Posiblemente sí. La medalla del año pasado me hizo bastante ilusión, porque es algo que no se había hecho nunca. Creo que tenemos muy buen equipo. Estaría bien que Vallejo jugara un poco más, a ver si le convencemos para la Olimpiada del año que viene. Pero bueno, aun así, tenemos a Jaime (Santos Latasa) y a Shírov a muy buen nivel. Creo que podemos luchar contra cualquiera y que estos años tenemos que intentar pelear por medallas. Sobre todo, mientras Shírov y Paco estén ahí, aunque yo creo que les quedan bastantes años.
Sigue siendo complicado para los jugadores españoles llegar a la élite del ajedrez mundial. ¿Qué piensa que falta para que alguien llegue al Top-20 mundial?
Es difícil decirlo. Creo que en otros países la competencia interna les hace subir y mejorar más rápido. Tenemos el ejemplo de India (con tres jugadores en el Top-15) o de Uzbekistán, donde que haya jugadores jóvenes más fuertes ayuda a que salgan nuevos jugadores. En España también tenemos un buen nivel, pero creo que la estructura o la vida dificulta que salgan ajedrecistas tan fuertes. Igual de repente sale un jugador buenísimo, pero en otros países existen mejores condiciones para que salga una estrella. Muchas veces ni tienen que ir al colegio y en España es obligatorio. Hay países donde en cuanto destacas un poco se centran al 100% en ti y se ponen todos los medios para que lo consigas. Es difícil competir contra ellos, pero las cosas también se pueden alcanzar poco a poco. El mejor ejemplo es Jaime Santos, que llevaba tiempo asentado en 2620 y de repente subió a 2680. Yo creo que si trabajas se puede llegar arriba, pero hay que dedicarle muchas horas, aunque hay otros factores, como entrenar de la manera adecuada o los padres, que los hay que te animan a seguir intentándolo y también los que te dicen que del ajedrez no vas a vivir.
Precisamente quizá existe también ese miedo a no llegar a conseguir lo suficiente como para poder vivir del ajedrez, que no son muchos los deportistas que lo hacen.
Es que creo que lo hay. La competición es dura y cuando uno se dedica exclusivamente a ella y las cosas no le van bien es difícil. Tienes que seguir sacando ganas y motivación para seguir entrenando y eso cuesta bastante. Le pasa a más de uno, que está un año o dos, no le van bien las cosas y lo termina dejando, como pasa en casi cualquier deporte. Hay que estar muy bien preparado psicológicamente para seguir entrenando cuando las cosas van mal.
En estos últimos años se habla mucho de la salud mental y el deporte. Vemos deportistas como Garbiñe Muguruza o Ricky Rubio que hacen un parón en sus carreras que puede ser incluso definitivo por cuestiones psicológicas. En el ajedrez, además, todo esto se magnifica. ¿Cómo gestiona estas crisis de motivación o de no encontrar su juego?
Es difícil. Yo en general, cuando las cosas no me salen, intento no mirar el ELO y centrarme en jugar lo mejor posible, pero no existe una fórmula mágica. Pienso en que aunque me vaya mal tengo una buena vida y que me lo paso bien jugando al ajedrez. Por supuesto que me gustaría estar en el Top-10 mundial, pero soy realista y parece que tan arriba no voy a llegar, así que hay que disfrutar.
Dentro de la motivación hay un factor importante, que es la gestión del éxito. Sobre todo, cuando te viene a una edad temprana. Tenemos el caso reciente de Alireza Firouzja, que ganó el último Gran Suizo y desde entonces ha jugado muy pocos torneos, pese a las voces de especialistas que recomiendan que con esos años se juegue el máximo posible.
Creo que a los jugadores que llegan tan arriba a la élite con 15 o 16 años se les puede hacer duro. Hay más ejemplos, como Wei Yi, que parecía que iba a ser buenísimo y ya casi no juega. Puede pasar, porque como parece que has conseguido todo con 18 años... yo me pongo en su situación y entiendo que no debe ser fácil. En mi caso estoy contento, porque de pequeño destacaba a nivel nacional, pero hasta hace diez años no he sido profesional. Quizá para esa gente que está tan arriba es más difícil mantener esa motivación y el mejor ejemplo para verlo es Magnus Carlsen. Después de tantos años como campeón del mundo, mantener esas ganas de seguir parece que le está costando. Yo también he tenido mis momentos, pero sigo motivado para conseguir buenos resultados al menos durante seis o siete años. No me veo haciendo otra cosa más que competir e intentar hacerlo lo mejor posible y, a partir de ahí, no sé qué pasará, pero sí creo que con los años es normal ir perdiendo motivación.
Tardaba en salir Carlsen en esta conversación. Su reciente renuncia al título mundial, el conflicto con Niemann y la última, el mensaje en Twitter diciendo, tras una de sus peores derrotas, que no había podido concentrarse porque su rival tenía un reloj analógico en la muñeca. ¿Qué cree que le está pasando?
Creo que está un poco obsesionado con lo de las trampas. El otro día quedó feísimo que después de perder publicara eso, porque quedó fatal. Pierdes una partida, está claro que tu rival no ha hecho trampas y dejas ese mensaje ahí. En ese sentido, creo que está obsesionándose un poco y, lo que es peor, cada vez más gente piensa que hay trampas en el ajedrez. Queda fatal para todo el mundo: para los jugadores, para los patrocinadores y para los organizadores. Las trampas en el ajedrez clásico no creo que sean un problema. Si que es verdad que ha habido algunos casos, pero estoy casi seguro al 100% de que nadie en el Top-100 hace trampas. Comparto que hay que tener cuidado, que está bien que haya controles, pero diría que está muy lejos de la realidad hacer pensar a la gente que hay trampas por todos lados. En el ajedrez online sí que es otro tema.
Incluso las trampas son más habituales en torneos de aficionados que en el ajedrez profesional.
Claro, eso es. Porque no hay tanto que perder. En los jugadores profesionales, arriesgar tu carrera por hacer trampa en un torneo, yo creo que no ocurre. No me está gustando cómo Magnus está manejando el tema de las trampas, porque hace pensar que las hay en todos lados, lo que no creo que sea verdad en absoluto. Pero bueno, a ver si se calma un poco el tema.
El ajedrez parece que vive una transformación cada vez hacia modelos más rápidos. Carlsen, de hecho, es uno de los firmes defensores de esa teoría. ¿Qué le parece?
No me parece mal que se baje un poco el ritmo de juego, aunque creo que a mí me perjudicaría. La mayoría de los jugadores lo pide, porque las partidas se hacen largas y jugar seis horas todos los días se hace duro. El ajedrez tiene que ir en esa tendencia, pero no porque el ajedrez clásico sea más aburrido, porque lo de que hay muchas tablas se demuestra día a día que es mentira. Sería una forma de hacer el deporte más interesante para los patrocinadores o para las televisiones, porque las partidas de seis horas son difíciles de meter en cualquier lado. Creo que el ciclo del Campeonato del Mundo va a seguir igual, pero el del Mundial de Selecciones del año pasado, que fue a 45 minutos más 10 segundos por jugada, fue un buen ritmo. Permite jugar dos rondas al día, hace las partidas más entretenidas y es suficiente tiempo como para demostrar si eres mejor jugador. Yo espero que se mantenga el ajedrez clásico, porque no hay razón para eliminarlo, ya que sigue habiendo muchísimos errores incluso entre la más alta élite mundial.
Además de ser uno de los mejores jugadores del mundo, has sido el único que ha tenido la posibilidad de promocionarlo en un programa tan importante como ‘La Resistencia’. ¿Qué significó para usted ese momento?
Creo que fue una suerte para el mundo del ajedrez que me invitaran. Vas ahí alerta a ver si te van a hacer alguna pregunta incómoda o algo, pero me lo pasé genial y a la gente que lo vio le pareció gracioso. Creo que fue bueno para promocionar el ajedrez, porque es raro que inviten a un ajedrecista. Fue una pena, porque cortaron casi toda la parte en la que hablamos del deporte y dejaron las típicas bromas. Creo que a Broncano le gusta el ajedrez y me preguntó mucho por Linares y por los Campeonatos de España e incluso aunque le decían que cortara él seguía preguntándome cosas. Pero era algo esperable y lo entiendo, porque al espectador el Campeonato de España le da igual y tú sabes que es un programa al que vas a pasar el rato y a que el ajedrez se haga más conocido.
Vaya guardando fecha por si le toca volver después del Gran Suizo o del Europeo de Selecciones.
Sería buena señal. Ojalá.
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