España defiende su sitio en Europa: dos bronces en Eslovenia
Esther Briz y Aina Cid, en su estreno continental, y Jaime Canalejo y Javier García, que repiten resultado, suman dos medallas para la delegación, como en Múnich.
Se sigue remando hacia París. A ritmo constante. España llegaba a la última jornada de los Europeos de remo, en Bled (Eslovenia), con cuatro opciones de medalla. Todas serias, realistas, muestra de que el trabajo invita al optimismo. Finalmente, sin embargo, han sido dos. Bronce del dos sin timonel femenino, compuesto por Esther Briz y Aina Cid, y de su homólogo masculino, con Jaime Canalejo y Javier García a los mandos. Las chicas, que forman tándem desde hace poco más de dos meses, se estrenan en una competición continental; los chicos, por su parte, repiten el resultado logrado la temporada pasada en Múnich, año en el que también se lograron dos preseas en total. Nunca se ha podido superar ese número (2013, 2019, 2020 y 2022). Parecía la ocasión idónea, pero no ha podido ser. Aleix García y Rodrigo Conde (doble scull), plata el año pasado, fueron quintos; Virginia Díaz (W1x), sexta. Se iguala el registro, que no es poco, y España defiende su sitio en el Viejo Continente, donde ya es una potencia más.
Con pocos entrenamientos y muchas expectativas (”debemos apuntar a todo”, decían a AS), Esther Briz y Aina Cid debutaban como pareja este mismo mes, en la Copa del Mundo de Zagreb. Sin avisar, se colgaban el oro. Tres semanas después, demuestran que no fue casualidad. Dos competiciones internacionales, dos medallas. Su dos sin timonel nació pensando en los Juegos y a ellos se dirigen. Con fuerza, con una mentalidad que multiplica el físico y, desde hoy, con un bronce europeo que ratifica su apuesta. Es la primera presea europea absoluta para Briz, campeona del mundo júnior (W1x) y de remo de mar, y la quinta para Cid, incansable a bordo de una embarcación en la que ha rendido al lado de Anna Boada, con un sexto puesto en Río 2016, y al lado de Virginia Díaz, con la que repitió lugar en Tokio. Ahora, su pretensión, como la del equipo nacional, es mejorar dichos resultados, pensar en el podio olímpico al lado de un joven valor como Esther, de 22 años.
Sobre el bote, se complementan. Briz tiene ese carácter indomable propio de la juventud; Cid, por su parte, pese a tener 28 años, está empachada de experiencia. Siempre va de menos a más, asegurando un rush final que suele conducir a las preseas. Este domingo, volvía a ser así, con una Esther que terminaba exhausta, tirada sobre la embarcación como en Zagreb, pero que aguantó el tirón hasta el final, arrebatándole (07:03.56) un reñido tercer puesto a la siempre fuerte Croacia (07:08.55), con Rumanía (06:56.40) y Países Bajos (06:57.56) luchando por el oro y la plata. Tras una buena salida, en la que tanto Briz como Cid apretaban los dientes, las seis embarcaciones en liza se mantenían a la par. Sólo Alemania, pocos metros después, se descolgaba a las primeras de cambio. Tras los primeros 1.000 metros, Croacia iba tercera y España, cuarta, a unos tres segundos. Cuando se llegaba a los 1.500, la diferencia era de milésimas. En los últimos 250 metros, Esther y Aina se disparaban. Hacia el bronce y hacia el futuro.
El oro, muy cerca
Su camino como pareja, pese a que ya se cimenta sobre metales, está por hacer; el de Jaime Canalejo y Javi García, a falta de la guinda olímpica, está mucho más hecho. Ya sólo pueden ir sumando méritos a una carrera brillante. Y lo siguen haciendo competición tras competición. Hoy, con un bronce (06:22.96) que en la parte final coqueteó con la plata y que, de salida, pretendía ser oro. Aspiran a lo máximo, pero celebran cada paso. Tras la regata, Javi miraba al equipo y levantaba el puño. También en el podio, al grito de “España, España, España”. Por cómo se había desarrollado la carrera y porque, pese a que ellos están acostumbrados, las medallas en el remo español no eran tal habituales. Ellos, junto a unos Aleix García y Rodrigo Conde que hoy no tenían su mejor día, han hecho que lo sean. El año pasado, sin ir más lejos, los cuatro se proclamaban subcampeones del mundo en Racice (Croacia), un hito nacional.
Sobre las aguas de Bled, como ya demanda su estatus, salían a mandar. Como les gusta, Jaime y Javi navegaban por los primeros metros a alta cadencia y con la mirada sobre los británicos (06:22.44), rivales a marcar y, finalmente, sólo superados por la pareja Suiza (06:22.34), de nueva creación y muy peligrosa (oro por delante de los españoles en Zagreb). Pasados los 1.500 metros, las cuentas eran sencillas: cuatro embarcaciones, con Lituania (06:23.30) como invitada, para tres medallas. Los hermanos Stankunas amenazaban y Canalejo y García, lejos de amedrentarse, aceleraban. En los últimos 250 metros, llegaron a ser plata virtualmente. “En cada competición, vamos a por el oro. Luego, por las circunstancias que se dan, nunca lo hemos conseguido. No sé cuándo será, pero ya nos toca”, decía Canalejo a este periódico durante la previa. No ha sido en Eslovenia, pero está a menos de un segundo. El próximo gran objetivo de la temporada son los Mundiales de Belgrado (Serbia), en septiembre. Ojalá allí.
Posición | Bote | Deportistas |
---|---|---|
Bronce | M2- | Jaime Canalejo y Javier García |
Bronce | W2- | Aina Cid y Esther Briz |
5º | M2x | Aleix García y Rodrigo Conde |
5º | PR3Mix | Verónica Rodríguez y Enrique Floriano |
6º | W1x | Virginia Díaz |
6º | W4- | Iria Jarama, Izaskun Echániz, María Fernanda Valencia y Olivia del Castillo |
7º (1º FB) | LM2x | Caetano Horta y Dennis Carracedo |
9º (3º FB) | LW2x | Rocío Lao y Natalia de Miguel |
9º (3º FB) | M1x | Gonzalo García |