Brisbane 2032 hará realidad el elefante blanco de Madrid
Con capacidad de hasta 25.000 espectadores, el Centro Acuático que acogerá los Juegos y será un legado para natación, waterpolo, artística o saltos evoca al fallido proyecto de la capital.


A 650 millones de dólares (unos 600 millones de euros) asciende el presupuesto, aprobado este martes junto a otras infraestructuras con todo lujo de detalles. El Centro Acuático Nacional (NAC) de Brisbane que albergará los deportes de agua en los Juegos Olímpicos de 2032 será una instalación poderosa, con capacidad para 8.000 asientos ampliable a 25.000 para esta gran cita (17.000 cabían en La Défense Arena de París 2024, que era una estructura efímera) y que dejará un legado para el futuro del deporte oceánico. Un proyecto que recuerda a Madrid…
Porque a raíz de los fallidos intentos por albergar los Juegos en 2012, 2016 y 2020, la capital española saltó al vacío y se lanzó a la construcción de su centro acuático, situado en el distrito de San Blas-Canillejas, muy cerca del estadio Metropolitano del Atlético de Madrid. Como suele suceder en estos casos, del presupuesto inicial de 136 millones de euros, cuando se iniciaron las obras en 2004, se había pasado a los 191,5 en 2010, el año en que se detuvieron para ya nunca reanudarse. Un auténtico elefante blanco.
99,6 millones invertidos en un esqueleto
Para entonces, ya se habían invertido 99,6 millones en un esqueleto aún muy visible y que tampoco parece que vaya a revivir con la candidatura de Madrid para los Mundiales acuáticos de 2031, a pesar de que el presidente de la Real Federación Española de Natación, Fernando Carpena, ideó esta propuesta con la intención de dejar un legado en cuanto a instalaciones para la preparación de los deportistas y la organización de futuros eventos, tal como sucede por ejemplo con el Centro Acuático de Saint Denis, en París.

Lo que sí permanecerá en el tiempo es el Centro Acuático Nacional de Brisbane, que se ubicará en el barrio de Spring Hill sobre la estructura que ya ocupa la Centenary Pool, inaugurada en 1959. Serán tres nuevas piscinas, incluidas dos cubiertas (de 50 y 65 metros de longitud, y tres de profundidad), una torre de saltos interior y otra al aire libre donde también se podrán practicar saltos de altura -que no son olímpicos, pero pretenden serlo en los Juegos de 2032-, gimnasios, centros comerciales, un espacio para la medicina deportiva y, por supuesto, el uso permanente de las instalaciones como centro de alto rendimiento para natación, saltos, waterpolo o artística.
Un legado para los 50 años posteriores a los Juegos
“Hoy celebramos la inversión más significativa jamás realizada en deportes acuáticos en Australia”, consideró el CEO de la federación australiana, el exnadador y medallista olímpico Rob Woodhouse, durante la presentación de esta enorme infraestructura. “El nuevo centro encenderá la llama olímpica y paralímpica para la próxima generación de deportistas”, añadió el campeón actual de 50 metros libre, Cameron McEvoy.

Y zanjó el propio Woodhose: “Además de los cruciales beneficios para la comunidad y la salud de todos los australianos, el Centro Acuático Nacional preparará a nuestros deportes acuáticos para un éxito continuo durante los próximos 50 años, después de los Juegos Olímpicos de 2032″. Ahí es nada. Lo que pudo haber sido y no fue en Madrid lo hará realidad Brisbane.
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