Adiós a Bela, la leyenda

Lleno absoluto en Milán porque se intuía que era el último partido en la carrera profesional de Fernando Belasteguín (45). Y lo fue: cayó con Tino Libak (19) por 6-3 y 6-4 ante un Garrido, que acabó roto, llorando y abrazado con el argentino, y Bergamini, que necesitaba ganar para garantizarse la clasificación para el Master, el primero de su vida.

Este partido se jugó en El Cairo y ganaron los mismos que en Milán, que vienen dando un gran nivel en este final de temporada. Por eso tiene más mérito el partido de Belasteguín, que luchó, se enfadó, se tiró a por todas las bolas viniesen como viniesen, y hasta se ganó una llamada al orden de los árbitros. En ningún caso dio la sensación de que fuese el adiós del más grande de todos los tiempos.

Bela se va con 260 torneos ganados en 30 años de profesional, con 16 años seguidos siendo el número uno del Mundo, 13 con Juan Martin Díaz y tres con Pablo Lima. El jugador masculino con más títulos mundiales, seis, con Argentina. El referente del pádel porque por encima de todo enseña a jugar. En los últimos años ha tutelado a Tapia, a Coello, a Yanguas, y ahora a Libaak. Es decir, deja herencia para años.

Por eso, por todo lo que representa, por ser el número uno, Milán coreó su nombre con ritmo argentino. Por eso Belasteguín arrancó las lágrimas en los ojos a sus rivales de este partido, y a sus compañeros que lo han sido hasta hoy y no querían que el partido acabase. “Esto ha sido todo, amigos”, palabra de Fernando que aseguró que se va “contento por haber jugado en la mejor temporada de la historia del pádel”.