Australia le arrebata a España el sueño en siete minutos
Los de Max Caldas se pusieron 0-2 con un gran contraataque, pero la número uno del mundo le dio la vuelta al encuentro con tres tantos seguidos en el comienzo del tercer parcial (4-3).
La Selección masculina de hockey soñó hasta el último segundo disputar las semifinales del Mundial de la India. Un escenario esperanzador para el futuro próximo, inimaginable después de la primera fase y ante un rival como Australia, la número uno del mundo. Pero el descaro de los Redsticks sorprendió al equipo aussie, que resopló cuando se llegó al final del partido. Los de Max Caldas se pusieron 0-2, luego vieron como en apenas siete minutos les cambió el decorado (4-2) y dispusieron de un penalti-stroke de Marc Miralles a falta de cuatro minutos con 4-3 que detuvo el meta Charter, el MVP del encuentro. Australia se medirá al ganador de Alemania ante Inglaterra. España se va a casa orgullosa y con la mochila llena.
La España que se había mostrado un cierto vulnerable en los cuatro partidos anteriores, al haber recibido nueve tantos con graves desatenciones defensivas, se comportó como un grupo de espartanos sobre la pista. Ni un resquicio dejaron a los australianos, que empezaron dominando la posesión pero que solo encontraron oportunidades de adelantarse por medio de los penalti-córners que propiciaban sus extremos. En el minuto 4, Rafi detuvo el primer lanzamiento. En el 13 de nuevo el meta se erigió en el salvador, al igual que en que le lanzaron a falta de cinco segundos para finalizar el primer parcial. España tenía muy estudiado el lanzamiento aussie. Tapando la derecha y dejando al descubierto la zona del meta, inspirado en todo momento.
Poco a poco, sin espacios para que Sharp o Govers recibieran cómodos por dentro, a la presión alta de Australia le salieron grietas. Y los veloces jóvenes españoles lo aprovecharon para progresar y pisar la zona de 22 metros. Xavi Gispert, el jugador del Club Egara, marcó un sensacional golazo. Recibió fuera del área, recortó a su defensor, pisó área y cruzó pegado al poste. 0-1, el sueño era posible. Y más aún pocos minutos después, cuando Recasens, que se había incorporado al ataque, remachó una gran jugada colectiva aprovechando los espacios que había dejado Australia. Incluso Lacalle estuvo a punto de hacer el 0-3. Le faltaron centímetros para poder llegar. Los primeros dos parciales no pudieron ser redondos. A falta de cinco segundos, y tras errar Australia su cuarto penalti-córner, Ogilvie recogió un rechace tras un rebote en el área y no perdonó (1-2).
El 1-2 fue un analgésico para la selección número uno del mundo, que le pilló el truco a España y en apenas siete minutos le dio la vuelta al marcador con tres goles más. Zalewski cazó en el segundo palo un centro y empató (2-2). Y apareció Jeremy Hayward para convertir dos penalti-córner. Australia modificó la jugada y España no pudo contrarrestarla (4-2). Una remontada de campeón de los oceánicos, quienes incluso anotaron el 5-2 por medio de Whetton pero que el colegiado anuló por infracción gracias a la intervención del VAR. Los de Max Caldas se estiraron a por el empate, sin nada que perder. Marc Miralles, en el tercer penalti-córner consecutivo, marcó el 4-3 con el que se llegaba al final del tercer cuarto. Todo por decidir.
El escenario era soñado para el equipo español, con una media de 23 años y viviendo el primer gran campeonato para el grueso de la plantilla. Los Redsticks, que demostraron un gran nivel físico, mantuvieron el pulso en defensa y rondaron la portería de Andrew Charter, incluso Miralles dispuso de un penalti-stroke cometido sobre Quique González que detuvo el portero. Australia jugó con el tiempo y España se quedó en la orilla. Muy cerca de dar una de las grandes campanadas sobre Bhubaneswar. Era el primer Mundial de una nueva generación llamada a devolver a los Redsticks a los podios internacionales en un futuro que, por lo visto, no parece tan lejano.