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PÁDEL | MADRID PREMIER

Alejandro Galán y Juan Lebrón son imparables por ahora

Han disputado las cuatro finales de la Premier con tres títulos consecutivos, Navarro y Di Nenno coquetearon con el triunfo en el P-1 de Madrid.

Alejandro Galán y Juan Lebrón son imparables por ahora
JESUS ALVAREZ ORIHUELADIARIO AS

Si Madrid capital es su territorio, la Premier Padel es su Circuito: cuarta final (todas) y tercer título consecutivo (Roma y París también) para Alejandro Galán y Juan Lebrón, otra vez ante Paquito Navarro y Martín Di Nenno, que coquetearon con la sorpresa, pero para ganar a los número uno hay que estar más finos, y el sevillano, pese a estar en una nota alta no llegó a la matricula de honor. Ese fue el detalle que decidió el P-1 de Madrid: 5-7, 6-2 y 6-3, en dos horas y media largas de partido.

No se puede decir que la final fuese el encuentro de la magia, ni de los golpes talentosos e inverosímiles que casi no se ven, no. Fue una lucha sin cuartel, con un Di Nenno en plan muralla devolviendo todo y más para que definiese Navarro. En el primer set les fue bien, rompieron, y aunque de inmediato Galán y Lebrón se lo devolvieron, la manga acabó con un 5-7 para la pareja hispano argentina que desde abril no gana un torneo, demasiado tiempo para ellos que en la segunda parte de la temporada estarán exigidos.

Llegó la reacción de Lebrón y de Galán, liderada por el primero, versátil, audaz, rápido, flexible. Y el andaluz motivó al madrileño que necesita la victoria en casa, para antes de que Paco y Martín se diesen cuenta estaban con un 4-0 por la vía rápida. Nada que oponer, y poco que ganar. 6-2 y al tercero.

A vida o muerte. Todo a un set. Rotura en el 3-2 al saque de Di Nenno, con Galán y Lebrón sin ningún complejo a la hora de pegar las defensa de Paquito con la contra pared del fondo. Aunque la bola saliese alta y el globo largo, desde más de siete metros los españoles la golpeaban sin miramientos, porque en el WiZink aunque esta bola Varilon sale poco, a ellos bastante, como para sumar sin contestación.

Con el 3-2 la sensación era de que Galán y Lebrón habían cogido carrerilla, que eran incontestables. Di Nenno se mantuvo en su papel de devolverlo todo, y Paquito intentó lo imposible para definir, pero cuando se tiene la soga al cuello pocas veces se sale vivo del asunto. Eso ya pasó el sábado, cuando Galán y Lebrón lo lograron in extremis ante Tapia y Sanyo (2-5). Dos veces en el mismo torneo, y en menos de 24 horas, era imposible.