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AJEDREZ

Nepomniachtchi entierra su mandíbula de cristal

El candidato ruso ha demostrado su madurez psicológica recuperándose inmediatamente de la última derrota al imponerse en la quinta partida.

Nepomniachtchi entierra su mandíbula de cristal
FIDE/David Llada

El ajedrez y el boxeo son dos deportes que tienen mucha más relación de lo que parece. Berlín acogió en 2003 el primer torneo de chessboxing de la historia, una disciplina que combina el deporte de las 64 casillas con el de los uppercut y los crochet. Casualidad o no, el quinto asalto del Campeonato del Mundo les volvía a vincular en muchos aspectos. El primero -y el más visible para el público general- mediante la designación del oro olímpico kazajo Serik Sapiyev como encargado para hacer el saque de honor.

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FIDE/Anna Shtourman

Un buen púgil, al igual que un buen ajedrecista, tiene que estar preparado para encajar golpes. Y es, precisamente, en este aspecto donde Nepomniachtchi ha probado haber sido capaz de superar el que siempre había sido su mayor debilidad a lo largo de su carrera. El jugador ruso ha demostrado una enorme madurez psicológica siendo capaz de recuperarse inmediatamente de su última derrota ganando, con piezas blancas, al chino Ding Liren. El enfrentamiento vuelve a estar de su lado por 3-2.

Nepomniachtchi tenía bastante claro que tenía que plantear un lance sin riesgos. Y así lo hizo. Sustentado en una gran preparación teórica que le permitió conseguir una posición cómoda eludió la derrota como opción real. Fue una Apertura Española en la que se siguieron los cauces más o menos conocidos hasta el décimo movimiento.

Uno de los momentos decisivos de la partida. La mejor jugada para Ding era 25...Td8 preparando ideas con ...d5. Sin embargo, decidió tomar en d4 permitiendo que los caballos blancos apunten a la casilla f5.
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Uno de los momentos decisivos de la partida. La mejor jugada para Ding era 25...Td8 preparando ideas con ...d5. Sin embargo, decidió tomar en d4 permitiendo que los caballos blancos apunten a la casilla f5.

El Gran Maestro ruso introdujo una novedad en la jugada doce. No era especialmente venenosa desde el punto de vista táctico, pero ni siquiera las respuestas más naturales realizadas por Ding fueron capaces de discutirle un ligero dominio posicional. Una imprecisión del chino en la jugada 25 y un error inmediatamente posterior incrementaron notablemente las opciones de triunfo del vigente subcampeón del mundo.

La necesidad de ganar dos veces

Otra característica común al boxeo y al ajedrez es que no se debe bajar la guardia. El combate no termina hasta que el árbitro no cuenta hasta diez o decreta el KO. Y Nepo, en lugar de aprovechar la oportunidad golpeando con concretos movimientos a su rival, le concedió a Ding el chance de volver a equilibrar el juego tras emplear un plan equivocado.

La defensa, aún así, exigía una precisión de cirujano. Mientras tanto, el tiempo restante en su reloj cada vez era menor. Esa fue otra de las virtudes de Nepomniachtchi en este quinto duelo, pues además de hacer buenas jugadas las puso en práctica a una velocidad endiablada. La diferencia en los dos cronómetros llegó a marcar cerca de una hora de ventaja para el ruso.

Nepomniachtchi centraliza su torre y amenaza la secuencia vencedora tras 37. g5 y 38. Tg4 seguido de 39. Cxg5.
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Nepomniachtchi centraliza su torre y amenaza la secuencia vencedora tras 37. g5 y 38. Tg4 seguido de 39. Cxg5.

La manera de transformar la ventaja fue excelente. Su confianza para plasmar sobre el tablero ideas nada obvias para cualquier mortal convirtieron en victoria un combate dominado de principio a fin. Recordó al mejor Karpov minimizando a la nada las opciones de contrajuego de Ding y al mejor Carlsen enfatizando la superioridad de su caballo contra el alfil rival. Resignado, el número tres del mundo tiró la toalla tras 48 jugadas.

Siento que ha sido una gran partida porque no le he dejado nada de contrajuego en ningún momento”, reconoció satisfecho Nepomniachtchi en la rueda de prensa posterior al lance. En la misma línea se posicionó Ding, que ensalzó también públicamente el juego de su rival. Entre el frío de Astana, donde las nevadas y las temperaturas bajo cero se han convertido en protagonistas fuera del Hotel St. Regis, se celebrará el domingo un nuevo asalto de un Campeonato del Mundo que, con tanto intercambio de golpes certeros, más que un combate de boxeo parece una pelea callejera.