Golf | Irish Open

McIlroy desata el éxtasis con su segundo Abierto de Irlanda

El norirlandés gana por segunda vez su abierto nacional tras forzar el playoff con un putt antológico en el 18. Cabrera, Hidalgo y Ayora, en el top-5.

McIlroy desata el éxtasis con su segundo Abierto de Irlanda
Richard Heathcote
Jorge Noguera
Nació en Madrid en 1995. Doble grado en Periodismo y Audiovisuales por la Rey Juan Carlos. Un privilegiado, hace lo que siempre quiso hacer. Entró en AS en 2017 y se quedó. Salvo un paréntesis en Actualidad, siempre en Más Deporte. Allí ha escrito sobre todo de rugby, golf y tenis. Ha cubierto el British Open, la Copa Davis o el Mutua Madrid Open.
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They will be singing in the valleys tonight. Cantarán en los valles esta noche. Era la expresión de cabecera del difunto Bill McLaren en las tardes de gloria del rugby escocés, y bien valdría para describir el jolgorio que recorrerá este domingo Irlanda. De norte a sur, de este a oeste. De la Calzada de los Gigantes a Cork, de Limerick a Dublín y de los acantilados de Moher a la desembocadura del Liffey pasando por Straffan, donde se yergue The K Club, escenario de los dos entorchados de Rory McIlroy en el Open de Irlanda.

El segundo conquistado en un playoff a tres hoyos con el sueco Lagergren, que supuso su cuarta victoria de una temporada (la 20ª en el circuito europeo, ya en el top-10 de los que más han ganado en esa gira, y la 45ª en total) en la que ya había salido triunfante de otros dos desempates, por el Masters y The Players, además de reinar en Pebble Beach, en ese caso a la distancia habitual de 72 segmentos.

Una cosecha imponente ya de por sí, pero a más azúcar, más dulce, y Rory le echó otro sobre a la mezcla en un final trepidante. Llegaba al 18 a dos golpes del sueco Lagergren, que había dejado poco antes un 66 (-6 para -17) como mejor resultado en casa club, alejando la triple amenaza española que se había cernido sobre él todo el día: Ángel Hidalgo, quien salía en cabeza tras rozar el récord del campo el sábado y acabó tercero con -1 para -15; Rafa Cabrera Bello, que apretó mucho con uno de los mejores ejercicios del día, un -5 para -15 también estéril pero que le declara resucitado; y Ángel Ayora, que con otro -5, para -13 el suyo, se coló en el top-5.

Llegados a ese punto era eagle o nada para el de Holywood en un hoyo en el que ya había producido, en su anterior triunfo en 2016, una de las mejores maderas 3 de la historia de este deporte. Esta vez descerrajó un tubo de algo más de ocho metros que entró por todo el centro del hoyo, convirtiendo los alrededores del green en un frenesí. Afloraba todo lo que la parroquia local se había tenido que guardar hace un año en Royal County Down, cuando Rasmus Hojgaard aguó a última hora la fiesta de Rors que esta vez sí se celebraría.

No perdonó el birdie en ninguna de las tres acometidas a un par 5 corto, con agua por la izquierda pero no excesivamente condicionante, que juega como si lo hubiera diseñado él mismo. Birdie fue su peor resultado durante los cuatro días de torneo. Lagergren aguantó el tipo en los dos primeros intentos, pero a la tercera, quizá viendo que solo podía llevarse el gato al agua con un eagle, apuró demasiado en busca de la bandera y se fue al agua. Rory jugó después y aseguró por la derecha del green. Dos putts le sirvieron, porque su rival no consiguió embocar su cuarto golpe desde el collarín y seguirá con el Open de Sicilia de 2018 como su única victoria en el circuito.

McIlroy desata el éxtasis con su segundo Abierto de Irlanda
McIlroy, con el trofeo de campeón del Open de Irlanda.Warren Little

“Siento que tengo mucha suerte por hacer esto, delante de esta gente. El apoyo ha sido increíble toda la semana... Pensé que sería un gran regreso a casa con la chaqueta verde (la prenda que acredita al vigente ganador del Masters), pero esto ha superado todas mis expectativas. Feliz por haber jugado así toda la semana. Ojalá que se repita en unas semanas en la Ryder. Me encanta volver a casa, jugar en una atmósfera así. Los momentos así son los que recordaré cuando acabe mi carrera. Es un día muy especial. Tuve un putt en el 18 el año pasado para forzar el playoff y lo fallé, así que ha sido una venganza. He querido ser agresivo y ha salido un momento increíble, una sensación genial. El playoff ha sido una lucha por ver quién flaqueaba primero, él me ha abierto la puerta y lo he aprovechado. Estoy muy feliz por ganar por segunda vez el Irish. Me siento muy afortunado, hay muy pocos golfistas que tienen el apoyo que yo tengo cuando vuelvo a casa. Quizás Jon Rahm en España y muy pocos otros. Estoy muy agradecido, tengo mucha suerte y no puedo esperar para celebrarlo esta noche. Esto ayuda para la Ryder. No importa lo que pase en el resto del año, ya va a ser uno de los mejores años de mi carrera, quizá el mejor. La semana que viene tenemos que seguir en Wentworth y luego la Ryder. Estoy jugando bien y me siento muy bien”, acertó a decir McIlroy, emocionado, y después se perdió entre el gentío, seguramente presto a colaborar en la depuración de barriles de Guinness que se llevará a cabo en esta feliz noche de domingo para el aficionado irlandés a este deporte, casi como decir para cualquier irlandés.

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