Matthieu Pavon: un campeón con ‘acento bético’ para el Open

Por primera vez desde 2016, no habrá campeón español en el Open de España, aunque quizá haya quien encuentre consuelo en el pasado ‘bético’ del francés (misma nacionalidad que el primer ganador, Arnaud Massy) Matthieu Pavon, el hombre que se adjudicó el triunfo este domingo en el Club de Campo de Madrid con un -7 para -23 en la última vuelta, cerca del -25, récord del torneo, que alcanzó Rahm en 2022.

Nacido hace 30 años en Toulouse, su padre Michel jugaba entonces al fútbol profesional en el club local. La experiencia en Sevilla fue en la temporada 2000/2001. Allí aprendió un castellano que habla con soltura. Pero la españolidad le viene de antes, porque su abuelo era un exiliado de la Guerra Civil. “Parte de mi corazón está en España, seguro”. Acordándose de él se echó a llorar en el green del 18. Pavon se hizo profesional hace diez años, y en 2017 sacó la tarjeta completa del DP World Tour, entonces el European. Desde entonces su palmarés permanecía en blanco, con el segundo puesto del año pasado en este torneo como techo.

Doce meses después confirmó su idilio con esta cita, más bien reciente, porque en las dos participaciones anteriores a 2022 falló el corte, una vez en el Centro Nacional y otra en la actual sede. No le perturbó el amago de remontada de Rahm, que para cuando él salió al campo ya se había desinflado. Ni tampoco el del alemán Marcel Siem, un personaje pintoresco, coleta y polo de estampado floral a juego con el pantalón de su caddie, que empató la mejor vuelta de la temporada en el circuito y de la historia del Open (hasta ahora de Shane McGowan en 2021), 61 golpes con siete birdies y dos eagles, el segundo desde la calle en el 15, para acabar cuarto en -10 para -17.

Pavon empezó a cerrar puertas desde el 1, su primer birdie. Embocaría hasta seis más, ni un bogey en su tarjeta. Un imponente a la par que sorprendente rush final para un jugador que nunca antes había conseguido rematar un domingo, resolviendo en el camino problemas complejos como el del 5, cuando dejó el segundo golpe en el rough para después efectuar un chip delicioso que le salvó el par. “Normalmente no miro la clasificación. Intento mantenerme alejado del resto. No he visto nada de lo que hecho Jon”, dijo ya en rueda de prensa el francés sobre el intento de remontada de Rahmbo. “Creo que el campo estaba más duro este año que el anterior. Con más rough y más denso. El fin de semana las banderas estaban más asequibles. El campo estaba perfecto, ha sido una semana ideal”, comentó de la presentación del Club de Campo. Y cerró con guiño al público: “Me siento como en casa aquí. El año pasado jugué con Jon (Rahm) el sábado y no sentí que hubiera diferencia. Siento que los madrileños me ayudan mucho en el campo”.

La Armada se queda lejos

Pavon, el primer campeón de su país desde 2013 en este certamen, no dio opción y las dos grandes bazas españolas terminado el sábado, el gijonés García-Heredia, que salía a cuatro y el madrileño Fernández-Castaño, a cinco, tampoco le inquietaron. El primero firmó una vuelta de -2 para -14 y la novena posición, y el segundo empezó con bogey en el 3 y ya jugó a la contra, enmendando errores más que dándose oportunidades de progresar en la tabla. Acabó 20º, con par para -11.

Del resto de integrantes de la Armada que pasaron el corte, Alejandro Del Rey fue 17º (-3 para -12); Pablo Larrazábal, 20º (-2 para -11); Adrián Otaegui, 28º (-1 para -10), igual que Santi Tarrio (-5 para -10); Jorge Campillo, 62º (-1 para -4); Arnaus (+2 para -3) y Cabrera Bello (-1 para -3), 64º; y Víctor García Broto, 70º (para para -2).

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