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Philadelphia Eagles
38
New York Giants
7
Finalizado

NFL | PLAYOFFS

Los Eagles destrozan a los Giants y van en serio

Los Philadelphia Eagles, en una exhibición de su línea ofensiva, atropellan a unos pobres Giants y se cuelan en el NFC Championship, la final de conferencia.

Los Eagles destrozan a los Giants y van en serio
TIM NWACHUKWUAFP

Si todavía quedaban algún tipo de dudas sobre cómo iban a desenvolverse los Eagles en playoffs, el equipo de Philadelphia se encargó de silenciarlas de golpe y porrazo. Ya nadie cuestiona que sean claros aspirantes a la Super Bowl. En su estreno en la presente postemporada, las águilas arrollaron en la ronda Divisional a unos New York Giants (38-7) que dieron una mala imagen, muy lejana a la ofrecida hace tan solo una semana en su triunfo en Minnesota. Gracias a la exhibición de la línea ofensiva, jugadores como Jalen Hurts o Miles Sanders se lucieron para certificar el pase de su equipo al NFC Championship, la final de conferencia, en la que tienen asegurado jugar en su feudo local, el Lincoln Financial Field.

A la vista quedó que la semana de descanso de la que gozaron los de Philly al ser primeros cabezas de serie de la NFC les vino de perlas. Llegaron al final de temporada regular algo justos, especialmente un Jalen Hurts que tuvo que parar por lesión. Pero, en su regreso a la competición, los Eagles no tuvieron compasión de unos Giants a los que ya habían ganado dos veces este mismo año. En la primera posesión, Hurts hizo lo que quiso con la defensa rival para asistir en el primer touchdown de la noche. Se repitió la historia unos minutos después, esta vez con más protagonismo del juego de carrera. Los Eagles tenían ganas de dar un golpe sobre la mesa y meter miedo al resto de equipos que aspiran a la Super Bowl, y vaya si lo hicieron. Nick Sirianni, el arquitecto de este todopoderoso conjunto, solo podía sonreír en la banda e incluso bromear con la cámara.

Jalen Hurts se prepara para recibir un placaje.
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Jalen Hurts se prepara para recibir un placaje.MITCHELL LEFFAFP

Los de la Gran Manzana, simple y llanamente, no se presentaron al partido. Las dos primeras oportunidades que tuvieron en ataque se cerraron con sendas pérdidas de balón (un turnover on downs y una intercepción), y al descanso se fueron con un pobre bagaje de 64 yardas totales ganadas. Por mérito de la defensa de los Eagles y por demérito de los propios Giants, no hubo ni rastro de ese equipo que hace tan solo seis días se adueñó de Minnesota con una demostración de bravura e ingenio. Las carreras de Saquon Barkley no movieron las cadenas, y un apagado Daniel Jones echó de menos un cuerpo de receptores con más talento. La defensa neoyorquina, incapaz de atar en corto a los locales, tampoco puso de su parte. La línea ofensiva de los Eagles, con jugadores tan poderosos como Jason Kelce, hizo y deshizo a su antojo: Hurts apenas recibió presión, y los corredores de Philly únicamente tenían que seguir el trazado que les marcaban sus grandullones.

Cuatro de los cinco primeros ataques de los Eagles acabó en touchdown, y al descanso el marcador reflejaba un más que contundente 28-0. En estos mismos playoffs se han visto remontadas que invitaban a la esperanza, pero en esta ocasión no existía la sensación de que los Giants le podían dar la vuelta. Si algo cambió en la segunda parte, fue porque los de Philadelphia comenzaron a pensar en el duelo que tendrán la semana que viene. Los neoyorquinos encontraron la endzone en el tercer cuarto para borrar el cero de su casillero, aunque tampoco fueron capaces de hacer mucho más daño a una defensa de Eagles impenetrable. La línea ofensiva de los locales siguió a lo suyo, e hizo que incluso teóricos secundarios como Kenneth Gainwell (112 yardas y un touchdown en 12 intentos) o Boston Scott se apuntasen a la fiesta.

Gracias al trabajo de los hombres grandes, los Eagles acabaron el encuentro con 268 yardas de carrera. Hurts tan solo pasó para 154 yardas, y es que su equipo no necesitó más de él. Consiguieron limitar a un Daniel Jones que venía lanzado, pero que tendrá que esperar a una nueva oportunidad, a apenas 159 yardas totales. Estadísticas que hablan muy bien de lo poderosos que son estos Eagles, capaces de dominar todos los aspectos del juego. El golpe sobre la mesa ya está dado, y los de Philadelphia son un equipo temido en toda la NFL. De momento ya están en el NFC Championship, un partido que no disputan desde 2017 (año en el que conquistaron la única Super Bowl de su historia), y esperan a recibir en su estadio al ganador del San Francisco 49ers-Dallas Cowboys. Pocas maneras mejores existen de silenciar cualquier tipo de duda.