Las lágrimas del árbitro de Curaçao que salió en ambulancia

La Selección femenina de waterpolo dominaba con claridad a Kazajistán por 1-14 y apenas quedaba un minuto y medio de juego. Todo estaba controlado en el agua, ambos equipos entregados a su suerte, pero de golpe hubo otro incidente entre los banquillos. Uno de los colegiados, Harvey Hinds, yacía en el suelo inmóvil. Las que se percataron primero fueron las propias jugadoras españolas, que advirtieron a Miki Oca, que se seguía moviendo dando órdenes en la zona a pie de piscina. “El árbitro se ha caído”, le dijero. El seleccionador español se acercó a interesarse por el colegiado de Curaçao, como también asistentes y del banquillo de Kazajistán. El propio colegiado les dijo que “era el tobillo”.

El encuentro se detuvo alrededor de cinco minutos. Llegaron las asistencias médicas e intentaron que el árbitro se incorporara pero era imposible, no podía tener movilidad con uno de los tobillos, que se había lastimado. Hinds no pudo reprimir las lágrimas según los presentes. No solo por el dolor, sino también por la ilusión que le hacia participar en este Mundial (era la primera que arbitraba en el mejor campeonato). En 2013, el colegiado que ahora tiene 47 años, comentó su experiencia en el Europeo de Eidhoven de 2008, cuando aún era un árbitro aprendiz. “Me permitieron sentarme como juez de línea por un día. Los partidos a los que me asignaron fueron inmediatamente los mejores partidos del día. Por ejemplo, Serbia-Croacia”, dijo.

Cuando lo colocaron en la camilla, los aficionados que esperaban el final del encuentro en la piscina Alfred Hajos de Isla Margarita lo despidieron con una ovación. El encuentro finalizó con el arbitraje de la colegiada de Canadá Helene Painchaud. El encuentro estaba resuelto y no hubo excesivas faltas que señalar. Después, a la media hora, una ambulancia lo trasladó a un hospital con una fuerte lesión en uno de los tobillos.