La estrella de México en el Mundial que huyó de Cuba
Randy Arozarena pidió al presidente mexicano obtener la nacionalidad para jugar el Clásico Mundial de Béisbol tras abandonar su Cuba natal.
El Clásico Mundial de Béisbol, que llega esta noche a su punto final con el partido por el título que disputarán Estados Unidos y Japón, ha resultado ser un éxito a pesar de las dudas. Dejando grandes datos de audiencias, el torneo de béisbol más importante por países ha congregado a un buen puñado de estrellas. Una de las que más ha lucido, Randy Arozarena, tiene además una historia única.
Nacido en Cuba hace 28 años, el outfielder comenzó a jugar en su país natal cobrando cuatro dólares al mes. Cuando tuvo que viajar a Puerto Rico para competir, las autoridades cubanas se lo impidieron al temer que desertaría. Ante la difícil situación que afrontaba, Arozarena llegó en 2016 a México de manera ilegal, a través de un barco, y allí se buscó la vida. Tras pasar por varios equipos, en 2017 firmó con los St. Louis Cardinals de la MLB por 1,25 millones. En 2020 fue traspasado a los Tampa Bay Rays y explotó en los playoffs al liderar a su equipo hacia las World Series. Había nacido una estrella.
En deuda con México, donde ahora vive toda su familia, Randy pidió públicamente a Andrés Manuel López Obrador, presidente del país, que le diese la nacionalidad. “Solo pido un favor, dame la nacionalidad... hazme ese favor de representar a México en el Clásico Mundial, es todo lo que quiero”, dijo Arozarena en sus redes sociales a un AMLO que ahora se ha rendido ante el cubano.
Su petición funcionó, y Arozarena ha cumplido su sueño de representar a México en el Clásico Mundial de Béisbol. En el torneo, además, el jardinero ha sido la estrella del país centroamericano: ocho carreras, nueve hits (seis dobles), un home run, nueve RBI, seis bases por bolas, la jugada decisiva en defensa para ganar en cuartos de final... México cayó anoche en semifinales ante Japón, pero ya tiene nuevo ídolo.