Kerman: “Ahora veo doble y antes no podía ni hablar”
El exboxeador que marcó una época en España habla de las secuelas del deporte que tanto engrandeció.
Kerman Lejarraga ha sido uno de los grandes impulsores del boxeo en Euskadi y España. Llegó a llenar recintos y el grito de guerra “Keeeerman, Keeeerman” resonó durante años por La Casilla y Miribilla, tento en el pabellón como en el frontón. Un tipo que se define como “peleador” más que boxeador. Su estilo siempre valiente, ofensivo, de salir sin reservas, le deparó muchos castigos físicos que le han ido afectando a la salud. El bicampeón de Europa se esforzó de forma titánica para llegar a la velada frente al polaco Runowski, pese a las recomendaciones de su entorno, incluida la de un profesional, que le aconsejaba abandonar el boxeo.
Finalmente, el ‘Revólver de Morga’ arrojó la toalla, no peleó aquel 29 de abril de 2023, aunque por un conflicto entre el contrincante y el mánager que terminó bloqueando el combate. Lo que sí ha ido recogiendo este tiempo es reconocimientos. 'Último Asalto’, por ejemplo, narra su intensa vida y carrera. Un trabajo que no solo muestra la trayectoria deportiva de Lejarraga, sino también su vida personal, sus altibajos y su legado. Como describe el escritor y director del documental, Jon Cortegoso, “Kerman tiene un poder de atracción que va más allá de su éxito en el ring”.
La trayectoria de Kerman ha sido impresionante: cuatro campeonatos de Europa, asiduo al trono de España y un legado infinito. A pesar de su retirada del ring, Kerman Lejarraga sigue siendo una figura relevante en el mundo del deporte de las boce cuerdas. Una lesión neurológica lo ha apartado de la parte de arriba del ring. Pero como dice el propio Kerman, “ahora voy a estar abajo”. Pese a su retirada obligada de la competición profesional, Lejarraga no se ha desligado del deporte que engrandeció. Ha inaugurado gimnasio en el barrio bilbaíno de Deusto, donde imparte formación y transmite su experiencia.
Aquel episodio con Runowski acabó siendo la despedida de los rings del ‘Revólver’. “Estuve casi dos meses pesándome todas las mañanas, me levantaba a las cinco. Ahora puedo hablar, pero antes no, tampoco andar, me caía, veía doble. Sigo viendo doble. Sabía que algo raro pasaba porque los golpes me dolían”, recuerda Lejarraga en una entrevista en ‘Hoy por Hoy Bilbao-Bizkaia’, en la SER. Una condición que el boxeador sufrió como consecuencia de los golpes en el ring pero también de los entrenamientos: “Los vas acumulando. Si una la pelea consta de 12 asaltos, yo hacía 120 en total sumando los entrenamientos de sparring”.
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En esta nueva etapa, el de Morga cuenta también con el respaldo de su entorno más cercano, entre ellos su amigo Iker Palacios, al frente de la churrería Iker Irune, ubicada en el Arenal de Bilbao. Palacios, que es amigo de Lejarraga desde hace años como consecuencia del Athletic, explica que la ausencia de una de las figuras más destacadas del deporte vizcaíno de las últimas décadas ha dejado un vacío en las veladas de boxeo. “Ha marcado una época que va a ser muy difícil que se vuelva a repetir. Ojalá que se repita y que la gente apoye el boxeo porque ahora es verdad que Kerman no está y a la gente le cuesta un poquito más las veladas. Cuesta llenarlas”, opina Palacios. Lo curioso es que Kerman no solo ha dado un paso a un lado en el boxeo, es que no quiere saber nada del profesionalismo y mantiene una distancia con los combates de la tele.
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