Jon Rahm: del infierno a Disneyland en una semana
Rahm regresa tres años después a TPC River Highlands, un recurrente festival anotador que contrasta con la dureza del US Open.
Del infierno del US Open, aunque el de la semana pasada en Los Ángeles haya sido algo más suave que de costumbre, a TPC River Highlands, el Disneyland de Connecticut (EE UU), sede de un Travelers Championship que acostumbra a convertirse en un festival anotador, una fiesta del birdie. Como hizo tras ganar el Masters, Jon Rahm compite en semana postmajor desde este jueves, en el que es el último torneo designado, de esos que reparten bolsas de 20 millones, del calendario del PGA.
Rahmbo para por primera vez en Cromwell desde 2020, en la que presumiblemente será su última salida antes del Scottish Open, la gran cita europea previa al British, que cerrará la temporada de los grandes el mes que viene. Aparte de ese año, en el que fue 37º, ya jugó en 2016 (25º) y 2015 (64º). Reconoce que le gusta el campo y el torneo, que lleva dos años seguidos siendo elegido como el favorito del circuito entre los jugadores, entre otras cosas por su política de hospitalidad, que incluye vuelos chárter para los jugadores, y su capacidad de arrastre. Solo el Phoenix Open congrega a más gente entre los eventos regulares del circuito.
Se juega sobre un bonito diseño de Robert J. Ross al que Pete Dye metió mano en 1982 y Bobby Werd en 1989, que premia la distancia y presenta greenes mezcla de poa, la hierba favorita de Jon, y bentgrass. Un buen fit, por tanto, para el vizcaíno, aunque él confiesa que le gustan preparaciones más duras, y ese adjetivo no encaja precisamente con River Highlands: en los 39 años que lleva allí el torneo, que nació en 1952 como Insurance City Open, se ha ganado con un -14 de media, con picos como el -22 de Kenny Perry en 2009 o el -20 de Notah Begay III en 2020. Y allí tiró Jim Furyk en la última vuelta de 2016 el primer y hasta ahora único 58 en la historia del PGA.
Tras abrochar un top-10 con una poderosa carga final en el US Open, Rahm llega con ganas. “Ojalá pueda dar la versión que creo que puedo dar y estar peleando el domingo”, asegura Jon, que no se corta a la hora de reconocer que, de no ser por el nuevo estatus del evento, dentro de la división top del circuito, seguramente no lo habría jugado, y que tiene muchas ganas de un “descanso mental” antes de afrontar el último tramo del curso. No ofreció en la rueda de prensa previa nuevas opiniones sobre la alianza PGA-LIV-DP World Tour. Sí comentó que en la noche de este miércoles estaba prevista una reunión entre los jugadores y la dirección del PGA en la que se debatiría de nuevo el asunto, antes de salir a por el que sería su quinto triunfo de la temporada, esta semana sin opciones de arrebatar el número uno del ranking a Scottie Scheffler, con el que jugará jueves (18:40, Movistar Golf) y viernes (13:25) en el parque temático del Travelers.