Jon, Chema, Sergio y Josele, en una foto generacional del golf español

Dios los cría y ellos se juntan. En este caso, tres campeones españoles del Masters y uno que algún día podría unirse a ellos en el panteón del más especial de los grandes del golf. Jon, Chema, Sergio y Josele. Rahm, Olazábal, García y Ballester. El álbum de fotos que salió de la vuelta de reconocimiento que protagonizó el cuarteto este martes en el Augusta National es icónico.

“Será un fourball español al completo. Muy especial poder compartir escenario con dos excampeones. Básicamente serán dos horas y media pidiéndole a Oli (por Olazábal) que nos cuente historias, porque tiene una historia para cada árbol de la propiedad, cada tiro que ha visto y cosas así. Lo mismo con Sergio. Y, obviamente, también intentaré que sea algo especial para Josele, pues podría ser el único hombre en ganar el European Amateur y el US Amateur. Sin duda, ser el primer español en ganar el US Am es un logro increíble. Deseando compartir escenario con él”, decía Rahm en su rueda de prensa previa a esa cita que comprende cuatro generaciones distintas de campeones patrios: Chema en sus 50, apurando sus últimos tragos de golf profesional; Sergio, en una segunda juventud en sus 40; Rahm, 30, en plena madurez vital y golfística; Josele, 21, exponente de la nueva hornada. Un compendio de talento y sabiduría golfística que no encuentra parangón, al menos en lo que a este torneo se refiere, más allá de las escuelas estadounidense o británica.

El conocimiento se traspasa, con Chema como catalizador. Ya no puede seguirles el ritmo, su bola es la más rezagada en cada calle (y la de Josele suele ser la más larga, especialmente en el 18, en el que se escuchan murmullos de admiración cuando se deja prácticamente un wedge a la bandera), pero va repartiendo consejos y anécdotas de green en green. Todos le buscan.

“Había cuatro chaquetas verdes en el grupo (Olazábal guarda dos en la taquilla, Rahm y Sergio una por cabeza). Ha sido muy especial. Especialmente toda la información que he sacado alrededor del green. Todo lo que han compartido conmigo ha sido muy significativo y espero poder ponerlo en práctica e jueves y el viernes. He intentado mantener las orejas abiertas al máximo“, se sincera después Josele.

“Le conozco desde que tenía 12 o 13 años”, arranca Sergio. “Un poco más tarde, desde los 15″, corrige entre risas Josele. “Me hago mayor y su memoria es mejor que la mía. Me gusta pasar tiempo con él. Estoy muy orgulloso del jugador y la persona en que se ha convertido, que esto último es aún más importante”, completa el de Borriol, cuyo padre entrena a Ballester, otro castellonense. Como Carla Bernat, la campeona del ANWA a la que ambos elogian.

Les recuerdan aquel 1999 en el que Chema ganó el torneo y Sergio fue el mejor amateur. Ninguno esconde que sería bonito que Sergio campeonara el domingo y Ballester firmara la mejor tarjeta entre los no profesionales.

Unidos por Arizona State

Si a Sergio y Josele el vínculo les viene por la tierra en que nacieron, con Rahm se articula a través de la universidad de Arizona State, a la que acudió el vasco y en la que termina sus estudios este año Ballester. “Tanto él como Carlota (Ciganda) viven cerca y a veces se dejan caer por las instalaciones. De hecho Carlota va mucho allí a entrenar. Jon se ha convertido en un gran amigo especialmente a través de David (Puig, otro gran talento forjado en ese centro que ahora juega junto a Sergio en los Fireballs del LIV). Es genial tener una relación tan cercana. Seguramente me quede en Arizona al terminar la carrera y siga construyendo mi relación con ellos. Es genial aprender de alguien como Jon”, cuenta Josele. De todo lo aprendido en nueve hoyos que seguramente nunca olvidará se queda con un consejo de Sergio: “Pasarlo bien”.

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