Jesús Navas González (Los Palacios y Villafranca, Sevilla, 1985) bordea los 40 años que cumplirá el próximo viernes siendo la mayor leyenda de la historia del Sevilla. Una leyenda viva y más que reciente, puesto que de su retirada hace menos de un año. Una retirada en la que batió todos los récord habidos y por haber con su Sevilla. A saber, es el jugador que más veces se ha puesto la camiseta del club nervionense, en un total de 705 encuentros, que se van hasta los 949 si se suman los disputados con el Manchester City y con la Selección. Una Selección, por cierto, de la que es el único futbolista que ha ganado Mundial, dos Eurocopas y Liga de Naciones y donde siempre será recordado por iniciar una carrera contra lo imposible que acabó con el gol de Iniesta que dio el Mundial a España. El día más feliz de toda la España futbolística en el que participó un hombre que, como dijo en su despedida, solo quiso hacer felices a los suyos: “He conseguido muchas cosas, he hecho feliz a todo mi Sevilla, que era por lo que luché desde niño. Hice feliz a España con la Selección. Eso es lo más grande, mi Sevilla y mi Selección. Me quedo con no haber cambiado desde el primer día, los valores de un sevillista, de entrega y de coraje. Es lo que he hecho hasta el último día, darlo todo por mi afición, por Puerta y por Reyes”.

“Recibo este premio por parte del AS con mucha alegría, ya que es un orgullo para mí sentirme querido y os estaré siempre agradecido”

Jesús Navas

La leyenda de Jesús Navas se inició hace casi 22 años, un 23 de noviembre de 2003 en la visita del Sevilla al Espanyol en Montjuïc. Allí fue Joaquín Caparrós quien dio la alternativa a un menudo extremo diestro, delgado y bajito, al que Pablo Blanco, director de la cantera, había reclutado para los escalafones inferiores casi por error. Porque Blanco fue a Los Palacios a ver las evoluciones de un joven portero que interesaba al club y se encontró con un niño que, según sus palabras textuales, regateaba a los charcos. Y de ahí, a la historia.

La irrupción de Navas hace más de 20 años es una de las principales causas de la forja del gran Sevilla del siglo XXI. El apodado duende de Los Palacios levantó como sevillista cuatro Europa Leagues, dos Copas del Rey, una Supercopa de España y otra de Europa. En 2013, cuando la crisis económica ahogaba al club, hizo las maletas rumbo al Manchester City para aliviar a los suyos. En Inglaterra se entretuvo en ganar una Premier y dos Copas de la Liga y, además, fue donde se reconvirtió en lateral diestro para volver a su Sevilla a retirarse por todo lo alto, con un rendimiento superlativo que lo devolvió a la Selección y portando el dorsal número 16 de su recordado Antonio Puerta.

Navas fue un portento físico al que la cadera le dijo que no podía más y precipitó la retirada de un futbolista que parecía que iba a ser eterno. El Sánchez-Pizjuán se vino abajo en su despedida porque el sevillismo es una afición en la que los niños, los padres y los adultos han soñado y sueñan con ser Jesús Navas. En lo futbolístico y en lo personal, puesto que no se encuentra en el mundo del fútbol nadie que tenga una mala palabra hacia Jesús.

Ahora, con todo mucho más asumido, sigue recogiendo la cosecha de lo sembrado a base de valores y constancia en el mundo del fútbol nacional e internacional. AS reconoce así a una leyenda nacional con tintes de héroe que solo quiso hacer feliz a los suyos. “Recibo este premio por parte del AS con mucha alegría, ya que es un orgullo para mí sentirme querido y os estaré siempre agradecido”, afirma todo un Campeón del Mundo aún abrumado.

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