Ingebrigtsen se cobra la vendetta de París en Lausana

Quién sabe si era lo que buscaba, pero lo cierto es que Jakob Ingebrigtsen se cobró venganza ayer en la Diamond League de Lausana (Suiza), la undécima parada del gran circuito mundial de atletismo esta temporada. Allí, poco más de dos semanas después de sucumbir ante el estadounidense Cole Hocker en la final del 1.500 de los Juegos de París, el noruego le dio la vuelta al calcetín.

Esta vez el triunfo fue suyo con una marca de 3:27.83, el récord de la reunión, en una carrera que también dejó una nueva plusmarca belga, los 3:31.74 en los que corrió Jochern Vermeulen. Lo de Ingebrigtsen fue una ausencia total de piedad, casi dos segundos mejor que Hocker, que acabó segundo.

En el resto del menú hubo otros platos potentes. Como el 43.96 con el que el británico Hudson-Smith se adjudicó el 400. O la victoria de la campeona olímpica, la ucraniana Mahuchikh (1,99) en el salto de altura. O la de la puertorriqueña Camacho-Quinn en el 100 vallas (12.35). U otro récord de la reunión, como el que dejó el granadino Anderson Peters (90,61) en su triunfo en la jabalina. O la emoción del 3.000, en el que la etíope Welteji fijó un crono nunca visto (8:21.50) en la cita, en una carrera con cuatro marcas personales y cuatro de la temporada, que la española Marta García no pudo terminar.

La lluvia de récords la completó la neerlandesa Femke Bol en el 400 vallas. 52.25, otro tiempo inédito bajo la mirada de la parroquia suiza. El 200 se lo llevó el botsuano Tebogo (19.64), que sigue de dulce tras su oro parisino, y el 100 femenino Asher-Smith (10.88). El español Attaoui (1:45.40) fue último en un 800 no oficial.

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